Pelotazos largos, líneas divididas y estiradas, noción estática del juego, enormes falencias para hacer circular el balón... El fútbol uruguayo volvió a demostrar sus viejos vicios y a fracasar en la arena internacional. Esta vez le tocó a Danubio. En una maldición que se repite por octava vez en su historial sobre la misma cantidad de participaciones: quedar afuera en la primera ronda de la Copa Sudamericana.
Esta vez el rival fue chileno. Universidad Católica le ganó en el Franzini 2 a 1 defendiendo –más con buen juego que con defensa, valga la contradicción– el 1-0 logrado en la ida la semana pasada en San Carlos de Apoquindo.
Ímpetu y ganas no le faltaron al franjeado. Pero con eso solo es imposible.
Y Católica no llegó a la gélida noche montevideana para meterse en la cueva, defender el área y esperar que los espacios se fueran abriendo con el correr de los minutos.
Todo lo contrario. Plantó una línea defensiva bien lejos del arco y puso en cancha el ADN del fútbol chileno: intensidad, toque, desmarque y movilidad constante.
¿Fue brillante lo que expuso? Para nada. Pero en el primer tiempo le alcanzó y le sobró para mantener a Danubio bajo control.
Sin juego asociado y con líneas muy distanciadas, el equipo de Jorge Castelli arrancó la noche tirándole pelotazos largos al pívot, Juan Manuel Olivera y buscó generar faltas en las cercanías del área rival para explotar la pegada de Leandro Sosa.
Parecía que la rústica receta podía dar resultados cuando Viana cabeceó solo en el área o cuando un balón largo generó una salida del golero Toselli y un rebote que Nacho González picó por arriba del travesaño.
Pero no. Danubio no generó más que eso. Y para colmo, en la primera pelota que le cayó en el área Matías De los Santos se la metió en contra con una insólita e inexplicable respuesta defensiva.
En el entretiempo Castelli corrigió la errónea composición del equipo y mandó tres cambios juntos. El ingreso de Carlos Grossmüller cambió el partido.
Por fin aparecía alguien que tocaba al compañero mejor ubicado, que proponía juego asociado, el toque cortito y al pie. Un soplo de fútbol.
Además, el bloque de Danubio modificó actitud de marca por intensidad de juego. Y en los primeros 15' del complemente sometió a los chilenos que demostraron tener una línea de cuatro final bastante endeble.
Olivera empató con un golazo. Grossmüller casi amplía con una maravilla personal. Pero en esa jugada que dio en el palo se acabó la reacción.
Católica salió del fondo y volvió a manejar la pelota. Bien lejos del arco. El ingreso de Michael Ríos le dio más chispa por afuera y Mark González puso el 2-1 tras una pelota quieta.
Con todo liquidado, ¿meterse atrás? ¿Darle pelota y terreno al rival? ¿Auto infligirse sufrimiento? ¡No! ¡Para qué! Católica siguió jugando a la pelotita y Danubio corriendo atrás de ella.
Así se consumó la derrota. Una más en esta maldita Sudamericana.
Franco Torgnascioli
Matías Velzaquez
Matías De los Santos
Joaquín Pereyra
Federico Ricca
Agustín Viana
Fabricio Formiliano
Leandro Sosa
Ignacio González
Juan Manuel Olivera
Sebastián Fernández
DT Jorge Castelli
UNIVERSIDAD CATÓLICA 2
Cristopher Toselli
Pablo Álvarez
Guillermo Maripán
Germán Lanaro
Juan Carlos Espinoza
César Fuentes
Fabián Manzano
Diego Rojas
Fernando Cordero
David Llanos
Christian Bravo
DT Mario Salas
CAMBIOS EN DANUBIO: 45' Carlos Grossmuller x González, Marcelo Saracchi x Viana y Gastón Faber x Sosa
CAMBIOS EN CATÓLICA: 32' Marco Medel x Manzano (lesionado), 51' Michael Rios x Bravo y 74' Fernando Cordero x Espinoza
ESTADIO: Luis Franzini
ÁRBITRO: Roddy Zambrana (Ecuador)
GOLES: 18' M. De Los Santos (D) en contra, 49' Olivera (D), 81' Mark González (UC)
AMARILLAS: Pereyra, Viana, Olivera (D), González, Medel (UC)
