Nacional > OPINIÓN- GONZALO FERREIRA
La ley de medios, la selección y un "exprópiese" al estilo Chávez
La imagen está en la retina de todos. Hugo Chávez caminaba por las calles de Caracas y señalaba edificios y con su particular tono caribeño: "Exprópiese", decía cuando pretendía que esa propiedad privada pasara a manos del Estado.
Pero Chávez, con plata de los venezolanos, pagaba por eso.
Lo que propuso la Coalición por una comunicación democrática (vaya nombre pomposo para un lobby), de quitarle los derechos de televisión a la empresa Tenfield para dársela a Televisión Nacional, es sin pagar un peso. Y lo logró, porque ahora está estampado en una ley aprobada en el anterior período y que le trae problemas a esta administración.
Es verdad, suena muy democrático. Pero solo a la corta. A mediano plazo, exponen al Estado a perder un juicio millonario.
¿Por qué? Estarían dejando en manos del Estado una propiedad privada (los derechos de televisión adquiridos), sin pagar "su justo precio", como establece la Constitución en su artículo 32.
Los artículos 38 a 40 de la ley de medios, según tienen la convicción en el gobierno, son inconstitucionales. La actual administración, que recibió esa ley como peludo de regalo, lo tiene claro y ahora evalúa cómo resolver el entuerto. El fiscal de Corte ya se expresó sobre eso. Es probable que la Suprema Corte de Justicia no se pueda expresar sobre el fondo de esos artículos porque quienes los impugnan no tienen la legitimidad que tendría Tenfield, que no se presentó ante la Justicia.
Los argumentos de quienes afirman que la norma no es inconstucional, es que Tenfield en este caso, podría venderle esos derechos a un canal abierto y que de lo contrario y se emite por Televisión Nacional, podría ganar más dinero del que recibe habitualmente al vender más publicidad, dado que el partido lo verá más gente.
¿Realmente creen que la diferencia entre lo que pierden por no poder venderle a los cableoperadores lo recuperan con publicidad?
El fin es muy loable: que los partidos de la selección de Uruguay lo vean no solo el 60% de los uruguayos que tienen cable, sino el 100% de los hogares con televisión. Pero el riesgo a un nuevo juicio contra el Estado es muy peligroso.
Eso solo sin pensar en cómo nuevamente lo político quedaría por encima de lo jurídico y el estado de derecho siga perdiendo por goleada.
