Tras varios años en la elite del fútbol europeo –incluida la final de la Champions ante Bayern en 2013-, Borussia Dortmund está en una complicada situación: último en la liga alemana y en serio riesgo de descenso, a pesar de tener un gran plantel y uno de los mejores DT del Mundo, Jurgen Klopp.
El miércoles el equipo perdió 1-0 con Augsburg, y quedó último en la Bundesliga. La hinchada reaccionó furiosa, reclamando que un equipo de tal talento debería está peleando la punta junto a Bayern Munich.
A diferencia de lo que se podía puede pensar, o de lo que ocurriría de este lado del mundo, los jugadores reaccionaron con mucha clase. Dos de los referentes –el arquero Weidenfeller y el defensa mundialista Hummels- fueron a hablar con la hinchada, frente a frente. Los hinchas reacción también de forma destacable: empezaron a los gritos, pero ante la firmeza de los jugadores terminaron casi en un diálogo.
"Este resultado duele", admitió Klopp tras el partido. "No hay nada positivo para nosotros. Estamos luchando pero lo hacemos de manera incorrecta", añadió el técnico, que lamentó las ocasiones de gol falladas por sus jugadores.
Clasificado brillantemente para los octavos de final de la Liga de Campeones, el Dortmund lleva cinco jornadas sin vencer en Bundesliga (desde el 5 de diciembre).
Tras esta derrota, la undécima en 19 partidos de liga (y la cuarta en el Signal Iduna Park), el Dortmund cierra la clasificación con 16 puntos, a dos de Friburgo, Stuttgart y Hertha de Berlín.
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