“El fútbol tiene cosas así: este martes veré enfrentarse en vivo por un Mundial a dos países que les guardo un cariño especial, Uruguay e Italia. Y lo peor para mí es que uno eliminará al otro”, relata el corresponsal de la BBC, Gerardo Lissardy.
Lissardy nació y creció en Uruguay, pero sus abuelos italianos le inculcaron el amor por esa patria. Según cuenta en la nota publicada este martes, fue junto a su nonno que vio a Italia ganar la Copa del Mundo de 1982. En ese momento tenía nueve años y alentó a los tanos como si fuera su propia selección, ya que Perú había eliminado a Uruguay del torneo.
“Y así seguí hinchando por Italia, el país del que también soy ciudadano. La adopté como mi selección en aquellos mundiales a los que Uruguay faltó, como Alemania 2006, cuando la azzurra ganó su cuarta Copa en la final ante Francia, el país donde entonces vivía”, relata, y recuerda que ya le tocó ver por televisión un choque mundialista entre los dos países en Italia 90. Allí los italianos eliminaron a Uruguay en octavos de final por 2 a 0.
De todas formas, Lissardy asegura que “será diferente” este partido para él desde las tribunas del estadio brasileño.
¿Por qué? He aquí sus explicaciones.
El periodista cuenta que en Uruguay dos de cada cinco personas son descendientes de italianos que en el pasado emigraron en busca de trabajo, y que su huella se palpa en la vida cotidiana, ya sea por el idioma o la comida. Y esa influencia también llegó al fútbol: "Quizá por alguna herencia genética, los futbolistas uruguayos suelen adaptarse bien al calcio. De los 23 jugadores de la actual selección uruguaya, 12 juegan o han jugado en clubes italianos. El técnico celeste, Oscar Tabárez, también dirigió equipos italianos como el Cagliari o el Milan”, recuerda.
Y lejos de resaltar el poderío italiano, Lissardy se la juega: “Italia ganó cuatro copas del mundo, pero tiene una prueba difícil ante Uruguay para seguir en Brasil 2014”, dice, y no duda en expresar su deseo. “Espero a la vez que Uruguay muestre el espíritu de lucha que exhibió en el triunfo 2-1 ante Inglaterra el jueves, comenzando por Luis Suárez, que me llevó a la euforia con sus dos goles en Sao Paulo un mes después de ser operado en los meniscos. Ese temple es lo que permitió a la celeste llegar a semifinales de Sudáfrica 2010 y ganar la Copa América del año siguiente, y renovó el orgullo de todos los uruguayos por su selección. Y en esto me incluyo”.
Para el periodista, el de hoy difícilmente será un juego vistoso, pero promete ser un partidazo entre dos viejos campeones. Y la conclusión es que aún no sabe cómo se sentirá cuando salgan sus dos amores a la cancha. “Ahí veré chocar mi corazón celeste con mi sangre tana”.
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