La cadena NBC consiguió monopolizar los Juegos Olímpicos previo contrato de unos 1.000 millones de dólares que debió pagar al Comité Olímpico. Así se aseguró los derechos exclusivos para mostrar las más de 3.500 horas de deportes que se estima se generarán durante estas tres semanas de Juegos.
El negocio parecía redondo, y seguramente lo sea en términos de dinero constante y sonante. Sin embargo, es posible que los dividendos no sean tan positivos en materia de imagen; por estas horas la cadena es centro de miles de críticas, casi todas canalizadas a través de redes sociales, de parte de televidentes disconformes porque muchas de las transmisiones no se realizan en vivo.
Hasta tal punto han llegado las protestas, sobre todo en Twitter, que en esa red ya se popularizó el hashtag (palabra clave) #NBCfail (#NBCpierde). La audiencia se queja de que en la era del “tiempo real” la NBC elige transmitir algunas competencias en diferido, para aprovechar el rating que logra en horarios centrales y así contar con una plataforma para publicidad que puede cobrar a precios diferenciales, según publicó el New York Times.
La cadena transmite en vivo todas las competencias pero en streaming, vía Internet. En la televisión abierta, sin embargo, reagenda los eventos más populares para conseguir llegar a más televidentes. El descontento y las bromas generadas por esta decisión no se hicieron esperar, y además del #NBCFail se creó en Twitter la cuenta NBC Delayed, que ya tiene más de de 22.000 seguidores y en la que se publican ironías constantes, al estilo de “Ahora en NBC: Carl Lewis, en sus seguramente últimos Juegos Olímpicos, intentará romper el récord mundial de salto largo y ganar el oro #1996”.
Otros medios, como el Wall Street Journal, han desarrollado estrategias cómicas para superar el embargo de la NBC; para adelantar los resultados de la carrera de los 100 metros espalda en la que participaba la nadadora estadounidense Missy Franklin, el periódico hizo un video con marionetas, en el que se muestran a las ganadoras en el podio.
"El problema de NBC y de otros medios es que están tratando de mantener viejos modelos de negocio en una nueva realidad”, dijo el analista en medios Jeff Jarvis. “Experimentar con alternativas cuando están en juego billones de dólares es arriesgado. Además no están experimentando ni aprendiendo cuando millones de espectadores pueden quejarse acerca de ti a través de Twitter".
A pesar de las protestas, NBC marca picos de audiencia. La transmisión de la ceremonia de apertura de los Juegos, el viernes 27, fue un éxito. Si bien fue también transmitida en diferido, llegó a un 7% más de televidentes que la de Beijing, vista por 34.9 millones.
También las redes sociales celebran. Twitter marcó récord en la propia ceremonia de apertura: se mandaron más tuits que los que se emitieron durante todos los Juegos Olímpicos de Pekín 2008.
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