Jugarán hasta que quiera Peñarol

Lo último que quiere Leonardo Ramos es que le muevan algo, ahora que encontró el equipo, el funcionamiento y los resultados.

Apenas si modifica la oncena para este domingo por la expulsión de Estoyanoff. Para sustituirlo realiza un pequeño ajuste: Corujo de volante por afuera por derecha y Rossi por izquierda. ¿El resto? El equipo que le regaló al hincha el triunfo en el clásico, después de una docena de partidos sin festejar ante el rival de todas las horas.

El juego de Peñarol ante Fénix debería servirle a los aurinegros para confirmar el momento futbolístico y salvar una prueba de regularidad. Ese es el desafío que le plantea el partido de la sexta fecha. Después de un gran triunfo suele ocurrir un afloje, pero vistas las diferencias entre los planteles, funcionamientos y resultados, aparece como muy poco probable que los albivioletas se lleven puntos del Campeón del Siglo.

¿Qué tiene Peñarol? La confianza que brindan los triunfos y la convicción de que su equipo está preparado para ir de menos a más durante el partido y firmar el triunfo en el final. Esto no quiere decir cerrarlo apurado, sino terminarlo bien, cómodo, en los últimos 25 minutos, si es que no aseguró antes del partido. Llega con resto físico y fortalezas futbolísticas al final, cuando su rival se cae. ¿Corre riesgos el triunfo aurinegro? No debería. Está fuerte. Solo si se autoflagela creyendo que ya ganó el partido, puede regalar la victoria. No parece haber margen para la sorpresa.

Ramos tiene mucho que ver en este momento de Peñarol, a la hora de conformar el plantel y sacar el mayor provecho de sus futbolistas. Cebolla Rodríguez de doble cinco se transformó en una movida estratégica que le dio valor agregado al equipo, como Nández de volante por afuera en el primer semestre. A este equipo aurinegro no lo van a bajar fácilmente.