El técnico de River Plate se caracteriza por presentar todos los partidos un look distinto; desde sus trajes y gabardinas a la informalidad de presentarse en bermudas o de sandalias.
Juan Ramón Carrasco puede ser catalogado de todo. Soberbio, pedante, frontal, sincero, entrenador innovador, valiente. Pero lo que nadie puede discutir es que, al margen de la revolución que genera con sus equipos, agrega su impronta a la hora de presentarse a los partidos.
Juan Ramón tiene la particularidad de cambiar todos los partidos de look. Pero el tema no pasa por cambiar de camisa o de saco. No, no, Carrasco parece tener un asesor de moda porque no para de sorprender.
De aquellos trajes llamativos cuando dirigía a la selección pasó a camisetas de fútbol, gabardinas, bufandas, camisas coloridas y hasta bermudas.
Algunos lo catalogan de terraja, otros de fenómeno porque le brinda un color extra a un fútbol donde no abundan los personajes de sus características.
Sin ir más lejos, su colega Pablo Bengoechea no sale del equipo deportivo negro de Peñarol y Gustavo Munúa se presenta con una campera de abrigo del club o de traje estilo italiano, la misma moda que tenía Diego Alonso cuando trabajó en Uruguay.
Pero Juan Ramón es distinto. Sorprende y cambia todos los partidos. El domingo en el Parque apareció con lentes de sol y ya fue el comentario de todos. No hay dudas que el efecto lo logra. No hay partido donde no se hable de JR.
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