Irazún hizo justicia en el final

El final del partido fue emocionante. Un puñado de jugadores celebrando en la cancha frente a un Parque Central frío y silencioso. El golero Javier Irazún resultó literalmente aplastado por sus compañeros después de atajar, en el cuarto minuto de adición, el tiro penal de Iván Alonso. Fue la última jugada del encuentro que terminó con el triunfo 2-1 de Sud América frente a Nacional.

Una tapada que valió el esfuerzo de 90 y pico de minutos y que no permitió la injusticia del grosero error del árbitro Daniel Rodríguez en el primer tiempo cuando sancionó un penal afuera del área.

Todo el estadio se dio cuenta que la falta de Perujo contra Alonso que sancionó Rodríguez (en complicidad con el línea Ituarte) había sido afuera del área. Pero la equivocación le permitió a Nacional empatar el partido nueve minutos después que Sud América se puso en ventaja.

El visitante aprovechó sus virtudes y las falencias del local. Salió a presionar la salida de los defensores tricolores y siempre, cuando Nacional intentó salir del fondo, le plantó cuatro o cinco jugadores en su cancha. Es una de las armas que tienen los adversarios para repeler el arriesgado juego que plantea el equipo de Gustavo Munúa.

Así lo tuvo a maltraer a Conde y provocó despistes defensivos como los calificó Alonso. Sebastián Gorga y José Aja no se acomodaron jamás al juego de la línea de cuatro. El rendimiento de ambos dejó en evidencia el error del técnico al incluirlos, al primero como lateral y al segundo junto a Polenta después de un tiempo largo sin jugar.

Sin embargo, el primer gol de Sud América llegó de contragolpe. Un notable pase de Gonzalo Vega (surgido en la cantera tricolor) para Arismendi, quien dejó atrás a Gorga y asistió a Colman. Este no tuvo inconvenientes para vencer a Conde.

El trabajo de Alsina delante de la línea de cuatro, el manejo de Barboza, Royón y Vega, y la velocidad de Arismendi por izquierda, hicieron estragos en la trinchera tricolor.

Alonso consiguió el empate con el penal mal cobrado y, a pesar de todo, siguió jugando con nerviosismo, sin encontrar fluidez por las bandas.

Arismendi marcó el segundo después de un concierto de errores y siesta de los defensores albos. Todos miraron, mientras la pelota paseaba por el área.

En el segundo tiempo Nacional se fue arriba. Quedó con tres atrás y con Abreu arriba para ganar por arriba. Comesaña se cubrió y armó una línea de cinco con Molina. Ambos equipos tuvieron oportunidades, hasta que la mano de Argachá detuvo un cabezazo de Abreu. Penal. Era el empate. Peor es nada. Pero voló Irazún y se convirtió súper héroe.