Inviable intento electoral

Es inviable el nuevo intento de habilitar el voto en el exterior mediante mayoría parlamentaria absoluta, o sea, solo la mitad más uno de los legisladores. La iniciativa, actualmente a estudio en el Frente Amplio, se basa en un endeble argumento derivado del inciso segundo del artículo 77 de la Constitución. La norma dispone que el voto es obligatorio y que “la ley, por mayoría absoluta del total de componentes de cada Cámara, reglamentará el cumplimiento de esta obligación”. La propuesta de reforma se basa en que, como el voto es obligatorio, basta una mayoría absoluta para disponer que lo ejerza la totalidad de los ciudadanos, estén o no en el país. Pero el recurso a ese inciso cae por si solo ante lo establecido en el séptimo inciso del mismo artículo. Su texto dispone, con una precisión que no deja margen interpretativo alguno, que “toda nueva ley de Registro Cívico o de Elecciones, así como toda modificación o interpretación de las vigentes, requerirá dos tercios de votos del total” de los legisladores, y que esta mayoría especial regirá para los “procedimientos de la Corte Electoral y corporaciones electorales”.

Esta es la cuarta vez en 10 años que el FA procura asegurar el voto de los ciudadanos residentes en el exterior, en la presunción de que la mayoría, especialmente la numerosa comunidad uruguaya en Argentina, es partidaria de la alianza de izquierda. En 2004, blancos y colorados rechazaron una iniciativa en ese sentido, ante lo cual el FA organizó el traslado masivo de uruguayos desde Argentina, que incidieron en el acceso de la izquierda al gobierno por primera vez. En 2009 fracasó un plebiscito impulsado por el FA, que logró apenas el 38% de respaldo popular. Y en 2011 la cancillería empezó a armar un proyecto para que los uruguayos en otros países voten en los consulados. Actualmente, al margen de la nueva propuesta, el oficialismo negocia con la oposición permitirle a quienes viven en el exterior votar por presidente y legisladores, pero no en los comicios municipales, a partir de 2019 –no en las próximas elecciones.

Tanto la presidenta del FA, Mónica Xavier, como el coordinador de la bancada de senadores Enrique Rubio dijeron que su partido estudia la nueva iniciativa, presentada por una organización social afín al oficialismo y redactada por el constitucionalista Alberto Pérez Pérez. La mayoría de los expertos en temas constitucionales, sin embargo, coincide en que el voto exterior exige ineludiblemente ser aprobado por la mayoría especial de dos tercios.

Consideramos que carece de lógica que participen en las elecciones ciudadanos que, al no vivir en el país, no están sujetos a sus leyes y a las decisiones de cada gobierno. Sería sensato, incluso, que tengan ese derecho los extranjeros que residen en Uruguay y que, en consecuencia, están obligados a observar su estructura jurídica. Al margen de esta argumentación conceptual, es de una claridad meridiana que el inciso séptimo del artículo 77 de la Constitución impide toda modificación de las normas y procedimientos electorales a menos que sea aprobada por dos tercios del total de los diputados y senadores que integran el Poder Legislativo. Y debilita aún más la nueva iniciativa a estudio del FA el hecho notorio de que, detrás de los reiterados intentos, predominan cálculos electorales más que los derechos que puedan corresponder a los ciudadanos que residen fuera del país, muchos de los cuales, de hecho, vienen a votar. l