Injusticia en el Olímpico

Cuando Cardacio empezaba a protestar más de la cuenta y Eduardo Acevedo perdía la paciencia. En momentos en que Carneiro no podía controlar una pelota que picaba más de lo que rodaba. Justo cuando el partido le resultaba incómodo a Defensor Sporting, Fernando Falce asumió un protagonismo determinante.

Todo rodaba a pedir de boca para Rampla Juniors. A los ocho minutos se habían puesto en ventaja en una jugada colectiva generada por derecha entre Felipe y Panzarielo, que terminó con el pase medido a Leites que entró y definió. Con el gol, el local se acomodó bien en el campo.

Paró dos volantes por adentro y dos por afuera para impedir que los laterales se enfrentaran con la gente que pone Defensor por afuera. Y la viola queda atada. El más claro fue Facundo Castro.

La llegada más clara fue sobre la hora del primer tiempo. A los pechazos Carneiro encontró una pelota, pero su definición la sacó Odriozola.

Del tiro de esquina derivó la acción que cambió el rumbo del juego. Carneiro cometió falta contra el golero. El delantero violeta se tiró y Falce pitó penal. Incrédulidad en el Olímpico. Carneiro facturó. Y Rampla, que se iba ganador al primer tiempo, se fue impotente y con el juego 1-1. Bronca e insultos ganaron la escena.

Para colmo, a los 10' del segundo tiempo se equivocó Odriozola y Carneiro, en un centro llovido y sin aspiraciones, marcó el segundo gol. Por si fuera poco Panzarielo perdió la cabeza, pegó y Falce lo expulsó. ¿Rampla? A remarla con uno menos. El partido entró en el juego que mejor ejecuta Defensor. En ventaja, con uno más, manejando los tiempos, la viola estaba en su salsa. Pero en la hora, Leo Bahía se metió en el área, cayó y quedó la sensación de que Falce se acordó del error del primer penal. Se invirtió la bronca. Rampla lo empató y se terminó retirando del Olímpico con un sabor más dulce que su rival.