Roma regresó ayer a la máxima competición europea, la Liga de Campeones, después de tres años de ausencia y lo hizo arrollando 5-1 a un CSKA Moscú prácticamente inexistente, que, aunque marcó "in extremis", recibió cuatro goles de los italianos y otro de uno de sus centrocampistas.
Además de los goles, el encuentro estuvo marcado por los incidentes entre las parcialidades.
El encuentro comenzó agitado y en los aledaños del Olímpico de Roma se sucedieron algunos encontronazos entre ambas aficiones, en los que un aficionado ruso fue apuñalado.
Dentro del estadio, el partido tuvo que ser detenido en diversas ocasiones por el lanzamiento de bengalas desde la grada rusa, informó EFE.
Después del partido, al menos dos aficionados rusos fueron hospitalizados tras enfrentamientos entre hinchas, con heridas de arma blanca.
Según la web del diario deportivo La Gazzetta dello Sport, uno de ellos fue apuñalado en el torso y en un brazo y fue conducido al hospital Gemelli.
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