Golpe a la mexicana

El piloto compatriota Santiago Urrutia (Belardi) llegó al autódromo Barber Motorsport de Birmingham, Alabama, con grandes expectativas. Allí consiguió en 2016 su primera victoria en la IndyLights en una memorable segunda carrera.

Por otra parte, los entrenamientos preliminares habían resultado muy alentadores con registros que lo ubicaban como uno de los candidatos a la victoria.

Pero la segunda fecha de la IndyLights con sus carreras 3 y 4 del año le propinó un duro revés al joven volante uruguayo oriundo de Miguelete, Colonia.

En la jornada clasificatoria para la primera carrera no pudo quedarse con la pole position y, aunque perdió esa condición, el rendimiento era muy bueno clasificando cuarto pero a tan solo una décima del poleman.

La posibilidad de ir por el objetivo máximo –ganar la carrera– estaba intacta.

Sin embargo y antes de producirse la largada, un grueso y a la vez grosero error del mexicano Pato O'Ward (Pelfrey) sepultó las ilusiones al atropellar al Dallara del uruguayo dañándole todo el alerón trasero. Fue el principio del fin para el coloniense.

Santiago Urrutia pagó todos los platos rotos porque debió entrar a boxes a reparar –perdió siete vueltas– y volvió a salir con el auto maltrecho mientras que el mexicano siguió en carrera lo más campante y sin sanción porque los comisarios deportivos adujeron que no vieron la maniobra. Y cuesta creer esa decisión cuando la incidencia del mexicano está por cuanta pantalla de video hay en las redes sociales, además de la propia filmación oficial de la IndyLights.

Allí quedó todo sentenciado. Siete vueltas atrás del líder, solo quedó seguir en carrera para tratar de rescatar algún punto pero la cosecha fue obvia: quedó último.

Masticando rabia –segundo golpe de atrás en tres carreras–Santiago Urrutia fue a dormir con la ilusión de ir el domingo a la carrera dos por la merecida revancha.

Lo primero era luchar por la clasificación para quedar lo más adelante posible en la grilla. Pero ahora fue el clima el que conspiró contra los intereses del uruguayo. Las autoridades de prueba decidieron no realizar la clasificación en esas condiciones y largar la carrera dos por ranking. Eso fue el golpe de gracia para Santiago Urrutia, que luego de tres carreras estaba noveno en el certamen.

La carrera dos, ahora con piso seco, suponía un Urrutia al ataque para tratar de ir en busca de puntos gordos. El auto iba bien, por lo que era razonable pensar en esa posibilidad.

Tampoco pudo ser el domingo. En el intento desesperado por avanzar realizó una maniobra extrema tras una buena largada y en la incidencia perdió el alerón delantero. Vuelta a los boxes, nuevamente último y a luchar a casi un giro del líder.

Finalmente quedó en el puesto número 13 con el consuelo de que ganó un punto extra al conquistar la vuelta rápida en carrera. Auto y piloto estaban listos para ir por la victoria en cualquiera de las dos carreras pero el destino de este fin de semana en el Barber Motorsport no lo quiso así.

Después de cuatro carreras, el campeonato se volvió cuesta arriba para Urrutia, aunque quedan muchos puntos en juego todavía.