Ganar para seguir soñando con el Mundial 2015

Es un partido que hay que ganar. ¿Por qué? Porque los jugadores se merecen una victoria. Nosotros generalmente no ponemos un objetivo de ganar sino de construcción, de la identidad de pertenencia que hoy tienen Los Teros, que han ganado y logrado. Hoy pertenecer a Los Teros es muy difícil: te cuesta, tenés que hacer muchas cosas. Ganar también cuesta. Va asociado a nuestra política. Primero pertenecer, ahora ganar”.

La mejor definición del partido de hoy se la dio a El Observador el DT de Los Teros, Pablo Lemoine. Porque sí, Los Teros han construido una identidad. También la URU ha logrado un montón de avances para solventar el trabajo de las selecciones y su competitividad en el mundo. La gente se ha vuelto a identificar con el equipo y a acompañar en las tribunas.

Pero lo de hoy es ganar. Porque hay poco para ganar pero mucho para perder: imponerse esta tarde no significará aún clasificar al Mundial, pero perder será decirle adiós al sueño.

Los Teros llegan como favoritos. Son locales, tienen más historia, están arriba en el ránking mundial IRB, lo que les evita tener que viajar y hace que Hong Kong haya recorrido medio mundo para llegar el miércoles y jugar con el jet lag encima.

Pero dar favoritismos en esta clase de partidos -mas cuando hay un mundial de por medio- suele ser como mirar a través de un vidrio opaco. Sí, uno se da cuenta de muchas cosas, pero sólo adivina otras, y está lejos de tener claro otras.

Hay piezas del puzzle que se ven a la legua: por ejemplo, que Uruguay ha vuelto a tener un pack de forwards potente, y sobre todo un scrum que mete miedo a los rivales, incluso al profesional Estados Unidos.

Es claro que el scrum jugará un rol clave. Que Uruguay apostara a imponer condiciones allí, a sacar penales y llevar el juego a las 22 yardas rivales para sumar de entrada. Y es claro que Hong Kong intentará por todos sus medios sacar el juego de la zona de contacto, y apostar a sus tres cuartos, la mayoría de ellos profesionales y que compiten en el Circuito Mundial de Seven.

Pero hay otras partes opacas del vidrio. Por ejemplo, saber a ciencia cierta qué superioridad pueden tener los asiáticos si imponen ese juego, o si logran robar pelotas a Uruguay en un line que lució flojo en otras instancias, pero que viene mejorando gracias a la incorporación al cuerpo técnico de un especialista como Juan Carlos Bado.

La defensa de Uruguay ha sabido plantársele a rivales durísimos como EEUU, y sólo el cansancio les hizo perder la pulseada. Y en ataque ha sido peligroso de pelota recuperada y desde el scrum, y ha vislumbrado ganas de ser profundo y dinámico, aunque le ha faltado concretarlo.

Hay respuestas suficientes como para ilusionarse. Pero la ventaja con el rival no es lo suficiente como para respirar. Sobre todo porque está la presión de definir todo en 80 minutos. Por eso, más que nunca, la clase de este plantel será la clave para lograr una victoria y seguir en carrera hacia el sueño del Mundial.