Haciendo gala de un juego colectivo sin fisuras, con dos individualidades que se destacan por sobre el resto y con un sentido de ambición bien entendido, Gales dio el segundo gran batacazo de la
Eurocopa -el primero es toda la participación de Islandia- y se metió en semifinales luego de despachar a uno de los favoritos previos que tenía el torneo: Bélgica.
Gales, en su primera participación en una Eurocopa, logró así el mayor hito futbolístico de su historia en Lille luego de comenzar perdiendo y lograr dar vuelta el resultado para festejar el 3-1.
Duelo de golazos
Bélgica se puso en ventaja con un golazo de una de sus figuras, Radja Nainggolan, quien fusiló al arquero galés con un remate de larga distancia a los 13 minutos.
Sin embargo, cuando parecía que el partido sería un paseo para Bélgica, Gales se recuperó y aprovechó las lagunas defensivas de un rival que llegaba mermado por las lesiones.
El primer aviso galés llegó en el minuto 26, con un remate de Neil Taylor, que sacó Thibaut Courtois con su mano izquierda.
Era la antesala del gol del empate, apenas cuatro minutos más tarde, que marcó de cabeza el capitán Ashley Williams, completamente solo, tras un córner.
Bélgica, superado por el empate, con una defensa nueva y su gusto por el ataque pudo pagar caro esos minutos de confusión, ya que Gales montó un contragolpe en el minuto 33, que terminó con un disparo de
Gareth Bale que atrapó Courtois.
Bélgica salió en el segundo tiempo como lo había hecho en el primero, con posesión del balón, y cerca estuvo de adelantarse en el marcador con buenas acciones ofensivas de Romelu Lukaku, Kevin de Bruyne y Eden Hazard.
Pero Gales montó una jugada por la derecha, con un balón largo de Bale a Aaron Ramsey, que luego sumó una tarjeta amarilla y se perderá el partido ante Portugal, que el jugador de Arsenal colocó en el corazón del área para que Hal Robson Kanu hiciera la obra de arte del día.
Con una finta perfecta engañó a dos rivales y girando de forma sorpresiva se quedó solo ante Courtois, al que batió cuando el reloj marcaba los 55 minutos.
Los Dragones galeses resistieron a partir de ese momento las embestidas belgas, que tuvieron la posibilidad de empatar en el minuto 74 con un cabezazo de Marouane Fellaini que pasó muy cerca.
Cuando parecía que el marcador no se movería, el lateral derecho Chris Gunter mandó un centro al área que Sam Vokes, a cuatro minutos del final, transformó en gol para el 3-1 definitivo.
El valor de hacer historia
Gales, cuya única participación en una fase final de un gran torneo había sido el Mundial de Suecia 1958, donde cayó en cuartos de final y terminó sexto, superó aquel momento histórico.
De esta manera, la nación rugbística, semifinalista en los Mundiales de este deporte en 1987 y 2011, puede presumir también ahora de estar entre los mejores en fútbol.
La selección belga, segunda del ránking
FIFA, que no llega a semifinales desde 1980 en una Eurocopa, era la favorita para derrotar a un equipo galés que solo ocupa el puesto 26 en la clasificación mundial, pero el fútbol es quien tiene la última palabra.