El pasado miércoles, la Sampdoria comunicaba que Bruno Fornaroli se iba cedido “a título definitivo” a Boston River, humilde equipo de la Segunda División Profesional uruguaya. "La sociedad saluda al 'Tuna' y le augura las mejor de las suertes en lo humano y lo profesional", dice el comunicado.
El caso, por tratarse de un jugador que defendió a equipos importantes como Nacional y San Lorenzo de Almagro, llamó la atención. Se trata de un “pase puente”, o sea el traspaso de un jugador a un club menor para posteriormente traspasarlo al destino verdadero.
Roberto Perdomo Protti, secretario general de Boston River, confirmó a El Observador que el jugador defenderá en la próxima temporada al Panathinaikos de Grecia.
"Como todos los cuadros que hacen pase puente, Boston River tiene un rédito económico pequeño. Pero para los clubes nuestros, que son una lágrima, sirve igual", dijo.
Perdomo Protti no pudo precisar la cifra, ya que el negocio se hizo por intermedio de un contratista y hay un acuerdo de confidencialidad.
"Es una práctica común en el fútbol uruguayo. Y tiene una explicación lógica: Uruguay para la FIFA está categorizado en cuarta categoría. Por lo tanto, el impuesto que se debe pagar es mucho menor si se hace a través de un equipo de cuarta categoría como es cualquier cuadro de Uruguay que si se hace en un equipo de Europa", explicó.
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