Felipao lo hace histórico

Brasil está de fiesta. De fiesta futbolística, porque en cada partido juega mejor, superó la primera ronda y se apronta para enfrentar a Uruguay el miércoles a la hora 16 en Belo Horizonte por las semifinales de la Copa Confederaciones.

Por si fuera poco, Neymar está jugando en el nivel que prometía y su técnico Luiz Felipe Scolari, que volvió luego de más de una década de ausencia a dirigir al combinado, marcó un nuevo registro en el triunfo ante Italia.

Según publicó diario Globo, con las tres victorias en la fase de grupos de la Copa Confederaciones, el entrenador se convirtió en el primero en llegar a 11 victorias consecutivas con la selección brasileña en partidos oficiales, superando a Vanderlei Luxemburgo y Dunga.

La senda de la victoria la inició en noviembre de 2001, cuando registró un 3-0 sobre Venezuela en St. Louis.

Luego vinieron siete victorias consecutivas en la campaña de pentacampeonato Mundial de 2002 en Japón y Corea. A fines del año pasado, cuando retomó las tareas como seleccionados comenzó con una victoria 3-0 sobre Japón, el sábado, en el estreno en la Copa Confederaciones. Luego, la victoria 2-0 sobre México en la segunda ronda, y ahora por 4-2 sobre Italia.

Felipao superó a Wanderlei Luxemburgo que en 1999 había llegado a 10 encuentros consecutivos ganados divididos en seis encuentros en la Copa América y cuatro por la Copa Confederaciones.

La historia también registra una serie positiva de Dunga que, en 2009 entró en la historia con 10 triunfos consecutivos.

El triunfo ante Italia elevó la autoestima de los brasileños, muchos de los cuales no confiaban en el equipo.

Pero Felipao no se dejó invadir por la locura de los aficionados norteños.

“Hemos ganado confianza en la gente pero sabemos lo que tenemos que mejorar. Y no hay que dejarse llevar porque ganamos a Italia. Falta mucho, pero vamos por buen camino”, expresó el técnico de los norteños.

Scolari también comentó sobre el papel del delantero Fred, quien anotó dos goles contra Italia el sábado, poniendo fin a un ayuno de tres partidos sin convertir en la selección.