Entre danza rusa y corrupción

El City Park Budapest, ese inmenso pulmón verde de la capital de Hungría en donde se montó el estadio que sirve de escenario para las competencias de nado sincronizado, está lleno. No cabe un alfiler. Las pruebas de estilo libre por equipo, lo más esperado en esta disciplina cada dos años, dejan enrojecidas las palmas de los 3.000 espectadores después que ven la mejor expresión en esas ocho contorsionistas rusas, que parecen sirenas en el agua y que se llevan la mejor puntuación de la noche.

Unas horas antes, el Hotel Intercontinental, en donde se encuentran alojadas la mayor parte de las autoridades de la Federación Internacional de Natación (FINA) vive un sacudón de esos que inquietan, cuando el diario británico The Times y la web de la revista alemana Der Spiegel, dan cuenta que el dirigente kuwaití Husain Al Musallam, uno de los vicepresidentes de la FINA reclamó a un intermediario una comisión de 10% sobre futuros contratos de patrocinio para la organización.

Al desayuno le faltó la paz de cada día. El murmullo y las miradas con desconfianza habían ganado su lugar y el descrédito se apoderó del deporte, recordando aquellos episodios que marcaron al Comité Olímpico Internacional, al fútbol y al atletismo, poco tiempo atrás.

La natación vivió en la capital de Hungría los dos extremos del deporte en su máxima expresión, en el terreno deportivo y en la arena política.

Como resultado de todo ello, por un lado, mañana Rusia irá por la medalla de oro y reinará en una prueba en la que es el abonado; y por otro, tras el escándalo de corrupción en el que estaría implicado uno de los vicepresidentes, confirmaron a Referí que el sábado se votará el nuevo funcionamiento de la federación que consiste, en sus aspectos neurálgicos, que los balances se aprobarán todos los años en lugar de cada cuatro, y que se creará una comisión que controlará "todas las finanzas todo el tiempo", puntualizaron. Esta comisión estará integrada por tres miembros y no descartan que uno sea uruguayo, explicaron.

La noticia sobre un supuesto soborno impactó a dos días de que el sábado a la hora 9 local (4 de Uruguay) se vote al presidente y a los miembros del buró que conducirán al organismo por cuatro años, hasta 2021.

No es la primera vez que Al Musallam es investigado a raíz de supuestas situaciones irregulares, ya que el kuwaití fue citado por la Justicia de Estados Unidos como co-conspirador en un caso de un supuesto pago ilegal al presidente de la Federación de Fútbol de Guam.

En su momento, esta situación investigada en abril pasado, generó el alejamiento de FIFA del jeque kuwaití Ahmad al-Fahad al-Sabah, citado también por la Justicia estadounidense y del que Al Musallam es su mano derecha, según dan cuenta los medios internacionales.

Al-Fahad al-Sabah mantiene actualmente los cargos como presidente de la Asociación de Comités Olímpicos Nacionales y de la Solidaridad Olímpica.

Dan cuenta Times y Der Spiegel, que el Comité Olímpico Internacional pasó su caso a su reponsable de Ética.

El presidente del COI, Thomas Bach, había anunciado que el sábado asistirá a la Asamblea de FINA, según confirmaron a Referí desde la federación internacional de natación.

El uruguayo Julio César Maglione, quien preside FINA desde 2009, es uno de los candidatos que podrán elegir las 208 federaciones, el otro es el italiano Paolo Barelli.

Debido al crecimiento que tuvo la federación internacional que ayer cumplió 109 años, particularmente en el siglo XXI, aumentó los controles en torno a sus finanzas y a los dirigentes que pueden tener acceso a ello.

Actualmente la FINA aprueba memoria, balances y realiza auditorías cada cuatro años, pero en este último período, Maglione trabajó para reducir las posibilidades de que la organización pueda verse sacudida por actos de corrupción y con el objetivo de que sea más cristalino, las federaciones podrán aprobar que desde este año se realicen auditorías anuales. Al mismo tiempo, las asambleas pasarán a aprobar memorias y balances a mitad de la gestión de los presidentes. Los períodos de gobierno se extienden durante cuatro años y las asambleas serán cada dos.

La noticia sobre un supuesto caso de corrupción de uno de los vicepresidentes de FINA fue el tema de la mañana en las competencias y fuera de ella, donde se definen los últimos detalles de cara a las elecciones del sábado. De todas formas, el hecho no sorprendió a dirigentes consultados por Referí debido a que entienden que en estas horas previas y en plena lucha electoral suelen "salir con todo en busca de los votos", en una Federación Internacional que en la última década sufrió un crecimiento importante y se transformó para los Juegos de Río 2016 en uno de los tres deportes más importantes para el COI, y para Tokio 2020 en la disciplina que entregará más medallas, por primera vez en la historia de los Juegos.

Los dirigentes están alojados en cuatro hoteles diferentes en la capital de Hungría, aunque la mayoría se encuentra en el Hotel Intercontinental, entre ellos el kuwaití sospechado.

El Intercontinental es la base de operaciones de FINA donde a diario se suceden las reuniones técnicas, y el sábado recibirá la Asamblea que cerrará la segunda gestión de Maglione como presidente y abrirá las elecciones para el período 2017-2021.

La Federación Uruguaya de Natación está representada por su presidenta, Verónica Stanham.

Desde el domingo entrarán en acción los nadadores Martín Melconian, Inés Remersaro, Santiago Saint-Upery y Enzo Martínez. Ya arbitró varios partidos el juez de waterpolo Daniel Daners.