El traspaso de Luis Suárez de Liverpool a Barcelona es inminente. Solo falta ajustar la cifra, lo cual, según todos los involucrados, es cuestión de horas (ver nota aparte). El pase significará un salto de calidad para el atacante uruguayo, quien pasará a un equipo de primer nivel mundial en el que compartirá delantera nada menos que con el máximo futbolista argentino de la actualidad, Lionel Messi, y con la principal figura brasileña, Neymar.
El salteño llegará a un nuevo Barça, en plena etapa de reconstrucción. Luis Enrique es el nuevo técnico, que tiene la pesada misión de repensar el fútbol culé tras las salidas de históricos como Carles Puyol, Víctor Valdez, Cesc y probablemente Xavi, entre otros jugadores que dejarán el equipo.
Las interrogantes sobre el nuevo Barca, sobre todo en el juego, son muchísimas. Pero quizás la llegada del uruguayo también ayude a definir las nuevas líneas maestras de por donde irá la arquitectura de Luis Enrique.
El 9 buscado
El nuevo DT blaugrana es partidario de jugar con el sistema 4-3-3, como el que utilizaron Johan Cruyff y luego Pep Guardiola en su paso por el Nou Camp. La diferencia es que Luis Enrique utiliza un nueve natural y no un falso nueve, como ha empleado más de alguna vez el actual entrenador de Bayern Munich y Tata Martino, lo que según muchos fue el principio del fin: al tener el corazón de su juego en tres cuartos de cancha, muchos rivales vieron cómo era un buen negocio adelantar la presión para romper ese juego de toque.
En ese sentido, se espera que Suárez sea el centrodelantero clásico, con dos extremos bien abiertos que jueguen en línea con él: Messi y Neymar. “Espero una versión atractiva y efectiva”, dijo Luis Enrique en su presentación en Barcelona. “Jugaremos al ataque. Fútbol atractivo, el que ha enganchado a millones de personas en todo el mundo”, agregó el DT, quien desde que llegó al club blaugrana pidió para que se sume un delantero.
Además de esa posibilidad, Suárez ha demostrado que puede jugar por las bandas y llegar al ataque por cualquier sector. También puede jugar con otro delantero en caso de que el entrenador prefiriera poner a Messi como enganche. Incluso, en los últimos meses en Liverpool, el salteño retrocedió unos metros y jugó más como generador que definidor de ataques, lo que le dio un enriquecimiento que también podría aplicar en el Nou Camp.
Los 9 sufren
Le pasó a Ibrahomovic, también a Eto’o, a Villa y hasta Cesc cuando se lo “inventó” como 9: en un equipo que apostaba a la posesión total, al movimiento de sus jugadores por toda la zona de ataque, y a equipos centrados en el juego de Messi, los centrodelanteros han sufrido mucho. Barcelona fue un equipo que rompió la lógica futbolística de construir el juego apuntándole al 9. Ahora, con el derrumbe de la temporada pasada –reforzado por el fracaso de España en el Mundial–, Luis Enrique deberá demostrar si adapta su sistema a su nuevo trabajo o llega con cambios. De eso puede depender mucho la suerte de Suárez.
Hambre de títulos
“Les exigiré mucha hambre, me la tendrán que demostrar cada día”, dijo Luis Enrique en su presentación. Y ese requisito lo cumple a la perfección Suárez, quien desea comenzar a llenar su vitrina de premios individuales con trofeos obtenidos en equipo.
Ese punto fue destacado por el diario deportivo Sport de Barcelona. “Luis Enrique considera que el delantero del Liverpool posee muchas de las cualidades de las que carece en estos momentos el primer equipo del Barcelona, la primera y más importante de todas ellas, el ‘hambre’ de títulos que tiene. Luis Suárez apenas ha ganado nada con el club inglés en los últimos años, en contraste con los jugadores del Barcelona que lo han ganado todo”, indicó.
Esfuerzo y compromiso
“También defenderemos. Le daré mis matices, hablaré con los jugadores para que se los hagan suyos”, agregó Luis Enrique en su primera conferencia como DT de Barcelona.
En ese sentido, a nivel defensivo, Suárez se destaca por encima de Messi y Neymar a la hora de intentar robarle pelotas a los zagueros rivales cuando intentan salir.
El vestuario
En el vestuario de los blaugranas, Suárez dejará de ser la principal figura, como lo era en Liverpool, para compartir el estrellato con Messi, Neymar, Iniesta y quizás algún otro.
Según informó Sport, el uruguayo tuvo el visto bueno del 10 argentino, quien en primera instancia prefería que se incorpore a su amigo Sergio “Kun” Agüero, pero no cuestionó la llegada del “Pistolero”.
Al respecto Luis Enrique indicó que una de sus principales funciones será controlar el vestuario y los egos. “Un entrenador más que un entrenador de fútbol es un líder. La capacidad que tenga para liderar se puede medir en muchos aspectos. No hablo solo de conocimiento técnicos o tácticos si no de gestionar un grupo, gestionar egos, motivación...”, comentó.
Contención
Como en Liverpool, donde trabajó con un psicólogo personal, en el nuevo Barcelona, Suárez, y el resto del plantel, tendrán atención en ese sentido. El entrenador trabaja con un profesional de esa materia en su cuerpo técnico.
Tras el episodio del mordiscón con Chiellini, varios especialistas han manifestado que el futbolista podría tener más autocontrol yendo a terapias.
El entorno y la prensa
Suárez llegará a una ciudad en la que se siente como en su casa. En Europa, Barcelona ha sido su lugar de escape. Allí viven sus suegros y fue donde nació de su primera hija.
El salteño no tendrá que lidiar más con la prensa sensacionalista que supo atacarlo constantemente en sus momentos más difíciles, pero deberá tener buenos rendimientos para no recibir las críticas de los medios barcelonistas y madridistas.
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