Con la derrota,
Peñarol deberá sacar la calculadora para seguir teniendo una mínima chance de clasificación. Básicamente, las chances del aurinegro se reducen a que debe ganar los dos partidos que le quedan y rezar porque Atlético Nacional haga lo mismo y termine con puntaje ideal.
De todos modos, quizás lo más difícil sea que Peñarol pueda ganar los dos partidos, más que los colombianos ganar el 100% de los grupos, algo viable en un grupo en el que ha sido notoriamente más que sus rivales.
La mala noticia para Peñarol es que los colombianos incluso virtualmente aseguraron el primer lugar, por lo que es esperable que en los próximos partidos empiecen a rotar, especialmente teniendo en cuenta que el torneo colombiano es muy exigente y obliga a jugar cada pocos días. Al equipo paisa le quedan Sporting Cristal de visita, el 12 de abril ,y Huracán de local una semana después. Ese partido entre colombianos y peruanos puede ser el que decrete definitivamente la eliminación de los aurinegros.
El aurinegro suma un punto tras cuatro partidos y está último. Sporting Cristal tiene 4 y Huracán tiene 3. Ambos equipos se enfrentan dentro de dos semanas en Buenos Aires. Allí lo que le sirve a Peñarol es un empate, con lo que Cristal le quedaría a cuatro puntos a falta de seis. Pero aún con una victoria de los peruanos, Peñarol quedaría a seis, y ganando los dos -y Atlético Nacional ganando lo que le resta- podría igualarlo en puntos. En este caso el problema sería la diferencia de goles sería un problema: hoy los carboneros tiene -7, contra -2 de los peruanos.
De todos modos, más allá de cálculos matemáticos, la realidad futbolística es clara: Peñarol puede cerrar una de las peores
Copa Libertadores en toda su historia, algo que se ha hecho habitual en sus últimas presentaciones.