Polideportivo > ENTREVISTA ÓSCAR WASHINGTON TABÁREZ

“En ningún momento pasó por la mente dar un paso al costado”

El entrenador de la selección habló con El Observador sobre la crisis de 2012, explicó la recuperación en 2013, la preparación para el Mundial y los desafíos que esperan en Brasil 2014
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29 de enero de 2014 a las 20:55

Hace cuatro años usted estaba en este mismo lugar preparando el Mundial de 2010 con diferentes responsabilidades, al menos para afuera del Complejo de la AUF, con menos ilusiones en la gente, en otro entorno porque había renunciado a seguir dirigiendo el proyecto de selecciones nacionales por diferencias con los neutrales, ¿cómo vive hoy esta etapa?
Con la sensación de alivio porque se encaminó una situación que fue muy difícil, sobre todo en 2012, y que no solo permitió la clasificación sino volver a las cosas de este equipo que en 2012 se estaban diluyendo. Además, en lo personal solucioné un problema físico que tenía (tenía dificultades para caminar y en diciembre fue operado con éxito de la columna) y que me generaba ciertas dudas, porque me considero incapaz de ser una carga para la selección. Es verdad que hace cuatro años no había tanta expectativa como ahora. Creo que el equipo ganó mucha experiencia, tiene más rodaje, y en ese sentido comparto que puede ser fundamento para tener más expectativas pero no sé si al punto que vamos a ganar la copa del mundo.

Será uno de los Mundiales más exigentes de los últimos tiempos.
Sin dudas, se da que no falta ninguna selección. Tal vez Suecia, pero están todos los que ocupan los primeros lugares del ranking FIFA y eso significa que en los últimos años han ganado muchos partidos. Por eso vamos a tratar de trabajar en los aspectos físico y táctico en el poco tiempo que tenemos. A los jugadores los vamos a tener en Montevideo no antes de mayo; el 19 o 20 de ese mes vamos a tenerlos a todos en el Complejo. Planificamos dos partidos antes de ir a Brasil. Además, como ya lo hicimos en Sudáfrica y en la Copa América, el profesor Herrera les manda ciertos deberes a los futbolistas. Eso se hace en acuerdo con los cuerpos técnicos de los clubes. Cuando se acerca el final de la temporada en casi todos los equipos ya no se carga físicamente, porque eso no va a tener devolución. Entonces los miércoles los jugadores de la selección hacen trabajos aeróbicos y de fuerza, que no los perjudica para nada en la actividad del fin de semana y a nosotros nos da una ayuda, aunque sea pequeña, para no empezar de cero cuando lleguen a Montevideo en mayo.

¿Ya tiene a los 23?
No.

¿A cuántos tiene?
Hay un número que no es exacto, pero alrededor de 15. Por razones obvias, jugadores que estuvieron en el proceso, que son importantes, que fueron titulares y están bien, están en esa nómina. No voy a andar con misterios… pero hay otros casos en los que la continuidad no es tanta, tienen problemas de lesión, o que existe una posibilidad para varios y hay que ver quién está mejor en ese momento. Nosotros tenemos muy buena relación con los futbolistas y agradecimiento por lo que colaboraron y participaron, pero también tenemos la obligación como entrenador de llevar al Mundial a aquellos que nos den más garantías en cuanto a opciones, que son muchas la que se precisan para el Mundial. Cada uno de los 20 jugadores de campo tienen que ser jugadores que uno sepa qué roles pueden cumplir en el equipo, en qué circunstancias se puede apelar a ellos y tienen que estar en muy buenas condiciones, y para el caso de muchos futbolistas eso se va a definir más cerca de los partidos.

¿El Mundial lo debe jugar con un equipo renovado o debe apostar a lo que se hizo?
Uno no descarta la aparición de algún jugador nuevo, pues ya se dio en las últimas fechas que se acercaron algunos jugadores de las selecciones juveniles. Puede volver a pasar, o a algún otro jugador. Pero en eso tengo que ser muy sincero, aún cuando esto se interpreta de diferentes maneras, yo no tengo por qué renunciar a cosas que costaron mucho tiempo y rodaje establecerlas y a mí me dan cierta seguridad. No pasa por hacer un grupo cerrado, sino por hacer un grupo conveniente para los intereses del equipo. Si hay un grupo que tiene tanta cohesión, por qué no tratar de utilizar a los futbolistas que lo componen sin descartar alguna solución que pueda venir de último momento. Ahora tenemos que presentar listas amplias antes de llegar a esa lista de 23 previo al debut en el Mundial.

El plan de trabajo será el mismo que desarrolló para Sudáfrica, esto es: entrenan en el Complejo de la AUF, le da a los jugadores espacio para disfrutar a la familia y evita las concentraciones largas.
Ese es el plan.

Lo bueno hay que repetirlo.
Sí, y lo hemos hecho siempre. En esto no hay una sola biblioteca. Hay gente que considera que a los futbolistas hay que encerrarlos y tenerlos todo el tiempo acá. Lo acepto desde el punto de vista teórico, pero uno, que conoce este grupo, de ninguna manera lo comparte porque estos jugadores dieron muchísimas muestras de profesionalismo. El contacto con el entorno, la familia, los amigos y cosas que puedan trascender lo puramente futbolístico, siempre y cuando se pueda y no interfiera con el trabajo, también forman parte de lo que hacen los futbolistas. Son parte del entrenamiento.

En base a su experiencia, ¿cómo ve el hecho de que los jugadores uruguayos suelen conseguir mejores resultados cuando tienen menos presiones y a Brasil llegan con muchas responsabilidades?
Este grupo, que es con el que estamos trabajando, demostró en la Copa Confederaciones, después del partido contra Venezuela, que ningún rival es inalcanzable. Hay selecciones a las que de diez partidos le ganaríamos tres, pero este equipo sabe cómo prepararse para ganar uno de esos tres partidos y puede hacerlo. El hecho de que juguemos con selecciones importantes en la serie (Costa Rica, Inglaterra e Italia), que llevaron a hablar del grupo de la muerte, eso solo consigue aumentar la motivación, y le da otra dimensión a lo que se pueda conseguir si se clasifica para continuar en el torneo. En ese caso no tengo dudas que el grupo saldría fortalecido en todo punto de vista.

¿Hay una explicación lógica para el bajón de 2012? ¿Qué análisis hizo?
No. Que son cosas que pueden pasar. Son rachas. En 2012 trabajamos de la misma manera de siempre.

Eso sí, los jugadores ya no estaban jugando en la misma forma en sus clubes como en 2010 y 2011.
Sin dudas eso influye. Además, a la hora de tomar decisiones uno se pregunta a qué apostamos y nos lo planteamos: ¿A continuar y confirmar la confianza que se tiene en el grupo, o a dar un golpe de timón fuerte? En ese momento me pareció que lo segundo no era lo mejor y por suerte no nos equivocamos.

Sin embargo, el entorno lo pedía.
Pedían cambio de entrenador, de futbolistas.

Escucha y lee lo que dicen.
En esos momentos es como cuando uno no puede salir porque hay un diluvio y debe guarecerse hasta que pare o amaine. Esto es así. Uno se debe aislar de esas cosas y lo único que le puede dar cierta vigencia es conseguir los resultados que se van a lograr a través de trabajo y rendimientos. Hay que concentrarse en eso último antes de preocuparse por lo que puedan decir.

¿En algún momento pensó que se terminaba su ciclo?
Si no clasificábamos, probablemente sí.

¿En esos meses críticos?
No, porque en diciembre (de 2012) hubo declaraciones de (Sebastián) Bauzá que decía que en marzo (2013) este cuerpo técnico iba a dirigir a la selección.

¿En ese momento se quedó tranquilo?
No sé si tranquilo, pero en ningún momento nos pasó por la mente dar un paso al costado.

¿Cómo ve el pase de Forlán al fútbol japonés?
Le llega en buen momento, considerando la situación en la que se encontraba en Inter. Últimamente no fue considerado y esa era la expectativa para 2014. Va a un fútbol de gran nivel técnico, que tiene una mentalidad muy ofensiva. Va como referente de la liga como reconocimiento a su historia profesional, personal y social. Eso lo va a hacer sentir muy bien y puede ser un aporte para él.

Tiene golero para al menos dos mundiales, la defensa –salvo Lugano– la renovó y el ataque también, sin embargo el sector del mediocampo no lo renueva. ¿Por qué sucede eso?
Porque no encontramos demasiadas opciones. A nivel juvenil hay jugadores prometedores pero no al nivel de experiencias de estos futbolistas como para jugar un Mundial. Últimamente, y espero que se confirme, las aguas volvieron a un nivel de normalidad. Diego Pérez está jugando a un ritmo de 90 minutos en Bologna, Cacha (Arévalo Ríos) retomó su participación en Morelia, Álvaro González tuvo oscilaciones y volvió a jugar y Gargano es titular en Parma.

Son todos jugadores de más de 30 años.
Pero no hemos encontrado opciones mejores. Y eso pasa con todos. Por ejemplo, a Fucile no lo descarto. Si no juega y su relación con Porto no le permite siquiera estar en el plantel va a estar difícil, pero tampoco veo jugadores en el nivel de él. Lo mismo sucede con Coates.

¿Cómo soluciona la generación de fútbol sin Forlán en el nivel de Sudáfrica?
Con los otros jugadores que están. Gastón Ramírez y Lodeiro tienen gran potencialidad. Cebolla Rodríguez también. Usted me dice de Forlán, pero unos meses antes del Mundial, Diego estaba lesionado. Esto no es extraño. Esperamos que cada uno esté en mucho mejor nivel que ahora cuando llegue el Mundial.

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