Como contra Australia y Costa Rica en los anteriores repechajes. Como ante Colombia o Argentina en las últimas fechas de las Eliminatorias. Cuando los 11 jugadores de Jordania pisen el Centenario, el miércoles 20, se verán rodeados por un monstruo histórico, mezcla de cemento y 55.000 cabezas.
Porque el hincha uruguayo lo hizo otra vez: agotó las entradas. Esta vez en apenas 24 horas.
¿Fidelidad a la causa o confianza ciega en la clasificación?
Si se analizan lo que fueron los últimos cuatro procesos eliminatorias, la palabra fidelidad le calza como anillo al dedo al público uruguayo.
Uruguay suele jugar a estadio lleno en el Centenario por las que duelen.
Hay excepciones. En el arranque de las Eliminatorias para Sudáfrica 2010, la Asociación Uruguaya de Fútbol incrementó notoriamente los precios con respecto a las Eliminatorias anteriores (Alemania 2006) y el público decreció.
Los hinchas cantaban contra el presidente de turno de la AUF, José Luis Corbo.
Referentes del equipo como Pablo García declaraban: “Los precios son un robo. La gente está sin trabajo y tendrían que rebajarlas”.
Después del 5-0 ante Bolivia lo recalcó: “Con precios de robo entramos perdiendo”.
Diego Forlán fue el que lanzó la piedra de la primera crítica: “Las entradas están a precios bastante altos y la verdad que a uno le da un poco de bronca porque no todo el mundo puede pagarlas”.
El entrenador Óscar Tabárez, en cambio, decía: “Si nosotros cumplimos con lo futbolístico el hincha se va a enganchar”. Los precios no se bajaron y el hincha empezó a enamorarse.
En el debut ante contra Bolivia fueron apenas 25.200.
El nuevo proceso generaba indiferencia. Pero los cinco goles incrementaron sensiblemente la convocatoria. Al mes, ante Chile, asistieron 35 mil.
Con Venezuela se subió a 41.800, ante Ecuador y Paraguay fueron 45 mil y se cerró a estadios llenos: 50 mil parciales para el juego ante Argentina y 55 mil en el repechaje contra Costa Rica.
En las Eliminatorias para Brasil 2014 Uruguay jugó cuatro de sus ocho partidos como local con el estadio a reventar. Y eso que las entradas volvieron a sufrir un fuerte incremento (ver tablas).
Según la web de la FIFA esos encuentros fueron ante Venenzuela (57 mil personas), Perú (55 mil), Colombia (51 mil) y Argentina (55 mil).
Contra Bolivia se arrancó con apenas 25.500 parciales en las tribunas. Para ver los cuatro goles de Luis Suárez a Chile asistieron 40.500 y cuando el equipo atravesó su peor momento en las Eliminatorias el público no le fue tan fiel: 38 mil frente a Ecuador y 32 mil ante Paraguay.
Sin embargo, el hincha reapareció. Y ante Jordania demostrará que es celeste. Cueste lo que cueste.
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