En Chile, contra todo y contra todos

El sábado en el Seven de Viña del Mar se jugaba una final. Chile, Brasil y Uruguay peleaban por dos plazas sudamericanas para la Qualy de Hong Kong, el “Mundial B” del rugby seven que se realiza cada año, y en el que 12 países pelean por ser el equipo 15 que se sume a la élite del Circuito Mundial.

Era una instancia caliente, con mucha presión, y encima Uruguay llegaba con muchas ausencias por lesiones, y teniendo que improvisar varios jugadores casi sin experiencia en el equipo, como Manuel Sagarra y Santiago Hernández. Pero Los Teros VII hicieron valer su historia, esa que los muestra con récord ganador ante Brasil y Chile, lo que le permitió clasificar por cuarto año consecutivo a la Qualy de Hong Kong tras ganarle 5-0 a Brasil, 74-0 a Perú y empatar 5-5 con Chile, para encima dejar eliminado al clásico rival.

La pelea
El domingo fue el turno de el torneo amistoso ante los rivales de la otra serie: Argentina, Canadá, EEUU e Invitación VII. Los Teros VII le ganaron a estos últimos y se encontraron en semis nuevamente con Chile, al que vencieron 21-7.

Luego del partido llegó lo peor: una gresca generalizada a partir de que el jugador chileno Francisco Metuaze tiró un golpe de puño al capitán uruguayo Gabriel Puig, cuando este le fue a recriminar que los trasandinos se retiraban sin saludar a su rivales. La pelea, que tiene este otro registro gráfico de Canal 13 de Chile, involucró a varios de los jugadores y hasta el preparador físico de los chilenos, que golpeó en el suelo a un uruguayo. Tras la pelea, Alfonso Falcón sufrió una lesión en el hombro que le impidió jugar la final, y el comité de disciplina suspendió a Puig y a dos chilenos.

“No hay que darle mucha trascendencia, fue una lástima que el partido haya terminado así. Nosotros de ninguna manera lo buscamos, los ánimos estaban un poco caldeados, tratamos de separar, pero lamentablemente se dio todo eso. Chile estaba muy enfocado en este objetivo, no se le fueron dando los resultados, les jugó en contra, y el público no estaba muy amigable”, contó a El Observador el DT de Uruguay Luis Pedro Achard.

Pero además los celeste tuvieron que hacer frente a otros contratiempos, como un cambio en el fixture que favoreció al local. En un principio estaba previsto que el torneo lo disputaran seis selecciones, todos contra todos y con el mejor rankeado (Uruguay) arrancando con el más débil (Venezuela) y terminando con el más fuerte (Chile). Sin embargo, al bajarse Venezuela y Paraguay, la organización cambio el fixture, y obligó a Uruguay y Brasil a enfrentarse en el primer duelo, con lo que comenzó ante el más débil, Perú.

“Decidimos dejarlo como estaba pero llamando la atención y haciendo la mención que íbamos a jugar así porque a tres horas del primer partido no se podía cambiar”, indicó Achard, que dijo que en definitiva “fue una buena decisión, porque nos permitió salir a golear a Perú y hacerle 74 puntos sabiendo la diferencia que había hecho Chile (61)”.

Ante todo, el DT celeste mostró su alegría por conseguir por cuarta vez consecutiva la clasificación a la Qualy. “Fue un infierno el corazón que pusieron los chicos. Se nos presentaron muchas adversidades, muchos jugadores importantes se bajaron por lesiones. Veníamos con un equipo muy ajustado. Pero le dijimos al plantel que nos tocaba enfrentarlo de esta forma y no valía la pena perder tiempo hablando de otras cosas”.

El triunfo tuvo el valor extra de ser ante Chile y Brasil, dos equipos que están exclusivamentwe centrados en el seven, mientras Uruguay comparte esfuerzos y jugadores con el seleccionado de XV que se prepara para el Mundial. “Ese es el logro mas grande. No pudimos tener algunos jugadores del XV, ni otros buenos jugadores del 20. Pero rescato el grupo de jugadores, que permite conseguir estas cosas. Hay buenos jugadores, hay que trabajar y tener tiempo para tratar de seguir compitiendo”.