El rugido del Puma danubiano

La vida pasa rápido para José Luis Rodríguez. De andar pateando la pelota por las calles de Piedras Blancas se lo llevaron a la escuelita de Danubio. La vieja relación del Potencia con la franja sirvió de trampolín. El conocido del barrio "Sordo" González lo arrimó diciendo que era un 9 con condiciones. Fue el inicio de una historia construida a pura velocidad. De aquellos primeros pasos en la escuelita danubiana, Rodríguez pasó por todas formativas, el primer equipo y ahora el desafío del Sudamericano Sub 20 con la selección.

Pero mire lo que es el destino. Aquel botija que fue como centrodelantero se terminó consolidando como lateral derecho.

Una tarde, en plena práctica de fútbol en el complejo Del Campo, se le arrimó el Tano Enrique Angelotti y lo sorprendió: "Vos vas a pensar que yo estoy loco, pero yo te veo condiciones para jugar de lateral. ¿Te animás?".

José Luis lo pensó... "Justo se había lesionado el lateral derecho y yo no jugaba mucho como 9, entonces le dije que sí. Nos fuimos a Brasil a jugar un campeonato (donde Danubio ganó la Copa Internacional de Sao Leopoldo 2012) y no salí más del puesto", contó Rodríguez a Referí.

El joven defensa, conocido por el apodo de Puma como el cantante, reconoció que no le resultó sencilla la adaptación al nuevo puesto.

"Pah, al principio, en los primeros partidos, no sabía mucho qué hacer en la posición de lateral. Pero después me afirmé", reconoció el lateral, quien dice que su primera misión es marcar y luego proyectarse. Y mal no le fue. El pasado fin de semana marcó dos goles en el triunfo de Danubio ante Liverpool que le aseguró a la franja un lugar en la Copa Sudamericana.

Ascenso y debut

Este año el Puma José Luis Rodríguez se presentó a jugar un partido de Cuarta división. Cuando llegó al vestuario le dijeron que no se cambiara.

"Yo tenía partido en Cuarta pero no me dejaron jugar para que lo hiciera en Tercera. Luego de ese partido nos dijeron a Sebastián Fernández y a mi que nos iban a subir al primer equipo al otro día", recordó.

Cuando José Luis se retiraba del vestuario fue llamado por el técnico del primer equipo de entonces, Pablo Gaglianone, y el gerente de juveniles Luis González, que le informaron del ascenso.

Se fue a su casa envuelto en una nube. No podía creer el hecho de formar parte del plantel principal de la franja.

Era coronar el trabajo realizado desde la escuelita. El premio a un botija criado en un hogar trabajador de Piedras Blancas. "Mi padre labura y mi mamá es discapacitada", contó el Puma, que tiene como misión consolidarse en el fútbol grande "para poder ayudarlos por todo lo que me dieron".

Del ascenso al primero de la franja al debut en primera fue apenas un paso.

"Fue contra Racing en un partido a puertas cerradas en Jardines. Como se había jugado sin gente no sentí mucha cosa. La presión no me pesó. Pero cambió cuando me tocó ir al Campeón del Siglo a jugar contra Peñarol con 20 mil personas en las tribunas", contó Rodríguez.

El lateral reconoció que "ahí sentí los nervios y la ansiedad, fue como una mezcla de las dos cosas. Pero a medida que fue pasando el partido, la ayuda del técnico que me habló y los que te dicen los referentes, te olvidás de todo".

Desde el año 2015 el Puma Rodríguez forma parte del proceso de selecciones.

Este año lo citaron para formar parte de la celeste Sub 20 que se apronta para jugar el Sudamericano de la categoría.

Ahora Rodríguez espera el Sudamericano con ansiedad. Sabe que puede significar una buena oportunidad de mostrarse. "Entrar al Complejo y representar al país no tiene precio", dijo orgulloso.