El travesaño jugó para Espanyol. El derbi de Cataluña está 0-0. La comba de Messi es perfecta. El lamento de Suárez. pic.twitter.com/NvUu8bsGlj
Un derbi barcelonés abrió el año futbolístico 2016 de Luis Suárez y Barcelona en un partido con los alicientes de siempre por la rivalidad existente con Espanyol.
Después de un 2015 irregular, Espanyol buscaba la primera victoria ante Barcelona en Cornellà-El Prat y poder sacarse una espina en el global de siete derrotas de manera consecutivas ante su rival de siempre.
Y lo logró a medias, porque semejante antecedente condicionó la propuesta y salió a luchar un partido al que Barcelona no le encontró la vuelta.
Dos bloques defensivos, una presión alta y la clara intención de tapar a los laterales obligó a Barcelona a cambiar piezas buscando la apertura del marcador y Luis Suárez pasó a jugar de extremo donde no pudo demostrar su potencial.
En el complemento, con Suárez en la calle central del campo y con Messi junto a Neymar a los extremos, apareció la mejor versión de los blaugranas pero el gol no llegó.
Un tiro libre de Lionel Messi y una jugada Luis Suárez terminaron pegando en el palo para el delirio de los locales y la bronca de la visita, que vio como perdió dos puntos ante un rival que pudo dominar de manera histórica en la última década.