"¿Un año? ¿Llegamos? Está bueno, ¿no? No sabía”, fue la respuesta de Jorge Da Silva cuando El Observador lo esperó el martes al término de la práctica para comentarle el hecho y pedirle que hiciera un balance .
Nada tuvo que ver el asado íntimo del plantel del mediodía del martes, en el cual no participó.
Da Silva comenzó a dirigir ante Cerro Largo el 3 de marzo del año pasado y desde allí lleva 37 encuentros oficiales y obtuvo un nada despreciable 66% de efectividad.
Claro que para ello debió sortear momentos muy complicados. Por ejemplo: tras su arribo, con un plantel que él no había armado, en sus 10 primeros encuentros, ganó cuatro, empató tres y perdió otros tantos con solo un 50% de efectividad. Pero logró reponerse.
“¿Qué balance hago? Y no es poco haber llegado al año en un club tan grande como este. Más en los tiempos que corren”, dijo.
Justamente acerca de la decisión de Nacional de sustituir al técnico Gustavo Díaz sostuvo: “No quiero hablar de eso porque puntualmente se puede malinterpretar. El otro día dije que me daba pena porque había dos técnicos cesados y su situación aún no se sabía. Pero a veces se es injusto. El Chavo no es el único culpable”.
Su primer clásico en mayo pasado Peñarol lo jugó mejor pero lo perdió 3-2 con tres pelotas quietas. “Fue un golpe duro porque el primer clásico es importantísimo y porque queríamos cortar una racha negativa. Futbolísticamente fuimos más, pero perdimos y me pegó duro el resultado. Yo no soy del riñón del club y quería congraciarme de entrada con la gente, tener crédito, pero tuvimos que esperar un poco más”.
A su vez, el Polilla, quien después de 16 años consiguió para Peñarol un Apertura y también tras 16 años logró ganar dos partidos seguidos por la Copa Libertadores, pasó otros sofocones.
“¿Cómo sobrellevamos la fractura de Tony (Pacheco)? Y..., hay que sumarle que ese mismo día Bologna tuvo problemas familiares. Fue el momento más complicado. Nadie pensó en ese arranque. Nos pegó a todos”. A ello, hay que agregarle que en las dos primeras fechas del Apertura, Peñarol perdió cinco puntos de seis. “El empate ante River lo logramos con nueve hombres y tuvo otro sabor. Pero uno sabe que si las cosas no se dan, te tenés que ir yendo vos. Por suerte cambiamos en algo”, comentó.
Pero en pocos días empataron en Jardines con Danubio y todo pareció más lejos. “Sí, pero a partir de allí, todo fue favorable. ¿Si puse el cargo a disposición? No, nunca. Noté un respaldo continuo de mi ladero Osvaldo Giménez y del presidente. Así logramos un cambio”.
Hoy tienen siete puntos más que Nacional en la Tabla Anual y dos más que Defensor Sporting. “Esos siete puntos te dan más respiro, pero no hay que dejarse estar. Además, está Defensor que siempre da pelea”.
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