Incógnita es la palabra que mejor define el partido de este jueves a las 22.30 de Uruguay en La Bombonera entre Boca Juniors y Nacional por la Copa Bridgestone Libertadores.
Incógnita porque Nacional, pese a liderar el grupo, no logró hasta ahora un rendimiento futbolístico que genere expectativas.
Incógnita porque el técnico que trabajó con el plantel los últimos ocho meses, ya no está. Gustavo Dáaz puso el cargo a disposición el domingo pasado y los dirigentes empujados por el clamor popular, se lo aceptaron.
Incógnita porque el técnico interino, Juan Carlos Blanco, no dirige hace ocho años, aunque sugestivamente el lunes, tras ser confirmado por la directiva dijo que desde enero, cuando fue contratado como asesor deportivo, tiene la mentalidad de un técnico.
Incógnita porque armó un equipo con muchos cambios, con apenas dos entrenamientos juntos, poco para adaptar a Andrés Scotti en el lateral derecho, a Christian Núñez en el zurdo y al Hueso Romero como volante.
Incógnita tambien por Boca, que tampoco pasa por su mejor momento a pesar del regreso del laureado entrenador Carlos Bianchi y su jugador emblema, Juan Román Riquelme.
Muchas interrogantes que tendrán respuestas esta noche.
Lo único que no es una incógnita es que Nacional tendrá el aliento de 4.500 personas que hoy coparon el centro de Buenos Aires y que en el barco de Colonia a la capital argentina, un grupo de ellos, hizo la prueba de sonido...
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