El minuto inolvidable

Un minuto separó a Luis Aragonés y a Diego Godín de ser los héroes eternos de la historia de Atlético de Madrid.

El minuto que impidió al equipo ser campeón de Europa en 1974 y 2014, en dos finales crueles para los colchoneros, que buscarán tomarse la revancha el sábado ante Real Madrid en Milán.

La del sábado será la tercera oportunidad para los rojiblancos de ser campeones de Europa ya que en las dos anteriores llegaron a rozar el objetivo con la punta de los dedos, lo que hizo que la desilusión fuera todavía mayor.

Luis Aragonés, el mítico "Sabio de Hortaleza" que guió a España hasta el título en la Eurocopa 2008, estuvo a punto de conseguir la Copa de Europa con Atlético en el estadio de Heysel, en Bruselas en 1974, ante un Bayern Múnich, que anotó un gol agónico a los 119' para poner el 1-1 (Aragonés abrió la cuenta al minuto 114), para dejar sin aliento a los hinchas españoles que ya celebraban la hazaña.

Hans-Georg Schwarzenbeck fue el gran culpable de forzar un desempate que fue muy diferente.

Se jugó apenas dos días después en el mismo estadio del norte de Bruselas y, con el Atlético hundido anímicamente, el equipo alemán se paseó con un 4-0 con dobletes de Uli Hoeness y Gerd "El Torpedo" Müller.

Aragonés disputó íntegramente ambos partidos y aquellos días en Bélgica fueron una de las mayores decepciones de su larga carrera.

Como jugador vivió en Atlético sus mejores días, de 1964 a 1974, y tras su retirada continuó en el equipo como entrenador, de 1974 a 1980, ganando la Liga española en 1976-1977.

Luego llegaría a dirigirlo en otras tres etapas (1982-1987, 1991-1993 y 2001-2003). Una leucemia terminó con la vida de Aragonés el 1º de febrero de 2014, a los 75 años, apenas unos meses antes de que Atlético llegara a su segunda final de la Copa de Europa.

En la última etapa de su vida, ya como un aficionado más, pudo disfrutar de la labor de Diego Simeone, del que dijo que estaba haciendo "un trabajo extraordinario". Y el propio "Cholo", cuando Aragonés murió, le rindió públicamente homenaje.

"Cuando nos deja un hombre como Luis hay dolor y tristeza, pero hoy me he emocionado con la gente. Me ha emocionado el silencio en los primeros ocho minutos", afirmó el día siguiente a la muerte de Aragonés, después de que la hinchada homenajeara a Aragonés durante una victoria 4-0 sobre Real Sociedad.

Como un capricho de la historia, otro jugador de Atlético vivió algo similar a lo de Aragonés cuatro décadas después.

El uruguayo Diego Godín, otro de los jugadores más queridos por los hinchas, adelantó a Atlético en la final de 2014 en Lisboa ante Real Madrid, cuando el reloj marcaba el minuto 36 de un partido cerrado y sin favoritismos.

Fiel a su estilo de juego combativo, el equipo de Simeone resignó la pelota, se agrupó en defensa y aguantó el temporal merengue que iba desenfrenado en busca de la 10ª orejona para sus vitrinas.

La resistencia fue tal hasta el tercer minuto del tiempo agregado, cuando una distracción tiró por la borda todo el esfuerzo.

Sergio Ramos empató ganándole por arriba a Godín y forzó el alargue. Como en la repetición del partido de Bruselas, esos 30 minutos suplementarios fueron una tortura para un Atlético desilusionado y herido.

Gareth Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo dejaron el marcador en un doloroso 4-1. Godín había dado unos días antes el título de la Liga española a Atlético con un gol en el Nou Camp de Barcelona (1-1) en la última jornada liguera, pero aquella noche rompió en llanto.

El faraón se sumó al equipo en 2010 y vivió el despertar de la era Simeone, con los títulos en la Europa League y la Supercopa de Europa (2012), la Copa del Rey (2013) y la Liga (2014).

Aragonés nunca tuvo una segunda oportunidad para sacarse la espina de Bruselas, pero Godín tiene revancha a la vuelta de la esquina, el sábado y ante el mismo rival. La sangre ya está en el ojo.