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El marco ideal para otro fracaso
El marco terminó siendo ideal. Tribunas vacías, nubes negras y lluvia, conformaron la escenografía de otra noche de terror para Nacional. El triunfo 2-1 frente a Palestino de Chile no le alcanzó para clasificar a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Le faltó un gol para levantar el 0-1 que trajo desde Santiago. Y así como le pasó en años anteriores frente a Real Garcilaso, Olmedo y Liga de Loja de Ecuador, ayer fue otro equipo sin historia el que lo dejó con las manos vacías.
No pudo Gastón Pereiro que entró como el gran salvador cinco días después de jugar una final con la selección Sub 20. Tampoco Álvaro Recoba que ingresó en el segundo tiempo cuando el equipo no encontraba la forma de molestar siquiera a su rival.
La eliminación es una gran frustración para los tricolores. Ni la gran campaña del semestre anterior en el torneo local puede tapar la angustia de quedarse una vez más afuera de la Copa, con lo que significa deportiva y económicamente para la institución.
Una pobre demostración futbolística del equipo de Álvaro Gutiérrez. Si bien a lo largo del juego generó más oportunidades que Palestino, si bien ganó el partido, fue todo entreverado, sin ideas.
En el primer tiempo, en siete minutos Nacional pasó del infierno a la ilusión. Desde el gol de cabeza de Renato Ramos a los 37 minutos a la genialidad de Gastón Pereiro a los 44 para poner el 2-1, tras el empate en contra del zaguero Lanaro luego de un buen desborde de Papelito Fernández.
El tricolor quedó así a un gol de la clasificación y 45 minutos por jugar. Entró Álvaro Recoba, el jugador más pedido por los hinchas. Pero salvo un encuentro fantástico con Gastón Pereiro que terminó con un remate en el travesaño de Iván Alonso, el Chino no logró el desnivel.
Entonces Álvaro Gutiérrez tiró los papeles al diablo. Igual ya estaban mojados. Metió a Sebastián Taborda y Christian Tabó y desarmó la línea de cuatro. Delante de Gustavo Munúa quedaron Diego Arismendi de lateral, José Aja, Gonzalo Porras de zaguero y Juan Manuel Díaz.
El resto, todo arriba, buscando el heroismo. Un cabezazo, un rebote o lo que fuera con tal de conseguir el gol que salvara el semestre. Pero le costó a Nacional encontrar el juego. Palestino cerró las filas y quedaron acorralados Sebastián Fernández y Carlos De Pena por los extremos. Alonso, que ganó varias por arriba, casi siempre lo hizo de espaldas al arco.
Excepto el talento de Pereiro, que intentó con algunas de sus incursiones dejando hombres por el camino, pero que muchas veces terminó con el balón en los pies del rival, no encontró Nacional la forma de vulnerar el cerrojo chileno.
Un juego con sufrimiento doble para el local. Porque no había forma de acercarse con peligro a Darío Melo y por momentos pasaba penurias en defensa.
El Palestino es un buen equipo, tiene jugadores de buen pie como Leonardo Valencia, Jason Silva y Marcos Riquelme, que cuando se juntaron crearon peligro. Tuvieron oportunides para abrir el marcador mucho antes del gol de Ramos. Y fallaron oportunidades increíbles después.
Nacional apuntó a la Libertadores y se quedó con el Clausura. Hizo un esfuerzo tremendo por un zaguero de categoría como Carlos Valdés para jugar 15 partidos del torneo local.
Un fracaso. El primero de Gutiérrez como técnico. Pero que ya viene de muchos años atrás.
NACIONAL 2:1 PALESTINO
Estadio: Gran Parque Central.
Árbitro: Heber Lopes.
Nacional: Gustavo Munúa, Santiago Romero (80′ Sebastián Taborda), José Aja, Guillermo De Los Santos (81′ Cristian Tabó), Juan Manuel Díaz, Diego Arismendi, Gonzalo Porras, Gastón Pereiro, Carlos De Pena, Sebastián Fernández (64′ Alvaro Recoba) e Iván Alonso.
Palestino: Darío Melo, Alejandro Contreras, Germán Lanaro, Matías Escudero, Diego Rosende, Agustín Farías, Esteban Carvajal (87′ César Valenzuela), Leonardo Valencia, Jason Silva (82′ Diego Cháves), Marcos Riquelme y Renatos Ramos.
Goles: 37′ Renatos Ramos (P), 42′ Germán Lanaro (P) en contra, 44′ Gastón Pereiro (N).
Tarjetas amarillas: 81′ Gonzalo Porras (N), 87′ Diego Cháves (P).
