El hijo del delantero holandés Arjen Robben lloró desconsoladamente luego de la derrota de Holanda ante Argentina en la semifinal del Mundial. Según pudo verse en la transmisión, el niño ni siquiera pudo saludar a su padre, que se acercó para animarlo luego de la definición por penales.
Robben se declaró "decepcionado con la derrota" pero destacó que Holanda salió "con la cabeza "erguida".
"Claro que estoy decepcionado. Pero salimos con la cabeza erguida, dimos todo de nuestra parte y salimos de una manera triste de la Copa del Mundo", dijo el holandés al final del partido, que terminó igualado sin goles en tiempo reglamentario y en la prórroga.
Ante los penales, Robben no culpó a ninguno de sus compañeros que fallaron: Wesley Sneijder y Ron Vlaar.
"No podemos culpar a nadie, ni los que perdieron los penales. Ganamos juntos y perdemos juntos", apuntó el atacante.
Argentina y Alemania jugarán la final del Mundial el domingo 13 de julio en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro, mientras que Brasil y Holanda, perdedores de las semis, jugarán el sábado por el tercer puesto en Brasilia.
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