El dolor de ver tu adiós

Michael Phelps llegó a los Juegos Olímpicos de Londres con una misión específica: superar el récord de la soviética Larisa Latynina y convertirse en el mejor deportista de todos los tiempos. Así lo hizo. Después de semejante gesta solo le quedaba decir adiós.

A los 27 años el nacido en Baltimore abandonó las piscinas ganando cuatro medallas de oro y dos de plata en Londres.

Con esa cosecha, cerró su carrera olímpica con 22 medallas: 18 de oro, dos de plata y dos de bronce.

El récord de la gimnasta Latynina quedó atrás en 18 preseas: nueve oros, cuatro platas y cinco bronces.

El Tiburón dejó fijadas marcas que serán muy difíciles de superar con el tiempo: ocho oros en un mismo Juego, mayor cantidad de medallas de oro (18), más preseas doradas en pruebas individuales (11, no suman las que ganó en relevos) y más medallas en pruebas individuales (13).

Su récord de medallas en torneos mundiales (en pileta larga, 50 metros) es aplastante: 34.

Sus galardones lo convierten en el deportista más grande de todos los tiempos y su retiro fue el más pesado de todos los que se dieron en 2012.

Pero esta temporada también vio despedirse a otros grandes.

Entre los tenistas se fueron tres exnúmero uno: Andy Roddick, Juan Carlos Ferrero y Kim Clijsters.

A ellos se les sumaron Ivan Ljubicic (número 3 en 2006), Fernando González (quinto en 2007) y otros de menor palmarés como Rainer Schuettler, Arnaud Clement y los argentinos Juan Ignacio Chela y Gisela Dulko.

El ciclismo sufrió la baja del veterano Alexander Vinokourov, ganador de la prueba de ruta de Londres 2012.

El bicampeón mundial de Moto GP, Casey Stoner, también se despidió.

La gimnasta estadounidense Shawn Johnson –de gran actuación en Beijing 2008–, el basquetbolista lituano Rasmunas Siskauskas y los boxeadores Antonio Margarito, de Puerto Rico, y Ricky Hatton, de Inglaterra, también se sumaron a la lista de los fenómenos que dejan el deporte.