El desesperado pedido de regreso a Hugo De León

A continuación la misiva:

“Querido Hugo,

Usted no nos conoce personalmente, aunque cada uno de nosotros lo haya visto y saludado alguna vez en circunstancias que usted habrá olvidado o contado de a miles, pero que cada uno de nosotros ha guardado para siempre en el mejor de rincón de las cosas pasadas. Nosotros no somos hinchas normales, fuimos criados cada uno en función de un ideal, no nos gusta perder, nos quejamos cuando pasa, sufrimos, nos cambia el humor y nos da vergüenza. Pero allí estamos nuevamente y ahí estaremos con la fe de ganar.

Usted campeonó y venció cuando nadie lo creía, usted condujo a los hombres a la victoria, nos ha moldeado como hinchas, su forma directa y sin grises, nos recuerda la hidalguía de Abdon Porte, nos trae la final del 1904, usted representa lo mejor del club.

Cuando usted levantaba la Copa Intercontinental con Santiago Ostolaza, la enorme mayoría de los que le escribimos esta pequeña carta éramos apenas bebes, pero en nuestras familias nos inculcaron una esperanza milagrosa en torno a aquella conquista, no hay quien de nosotros no crea que vamos a ver de nuevo a Nacional donde usted y los suyos lo pusieron.

Cuando todo era oscuridad, más acá en el tiempo, cuando desfilaron por Nacional seres ingratos y sin sangre, usted casi sin experiencia de entrenador, dio lecciones de porque la camiseta de Nacional es lo que es. Gestos, sin gritos, firmeza, dedicación, y, un conocimiento profundo del jugador, lo hicieron y lo hacen una referencia ineludible en nuestros anhelos.

Ya entrado en años, cuando usted se cambió y se volvió a vestir de jugador, en el festejo de los 100 años contra el mismo rival del 88, jamás vivimos ovación similar, niños y abuelos hermanados en la tribuna lo admiraban y le aplaudían cualquier intervención por más mínima que sea.

Esa cabeza levantada, y, esa firmeza de jefe, hicieron entender al niño lo que el abuelo le había contado, que el linaje no se compra en la farmacia y que alguna vez Domingo Da Guia había vestido la camiseta alba pero que también lo había hecho alguna vez Hugo De León.

Hoy la historia de Nacional vuelve llorar sangre, como en el 80, como en el 88, como en el 98, nos vemos obligados a volver a pedirlo, como los soldados acuden a sus generales, nosotros vamos a usted, no pedimos por favor, porque a Nacional no se va de favor y eso lo aprendimos de usted mismo.

Vuelva Hugo, vuelva a casa ponga el descalabro en orden, elija, hable, aprete el puño, demuéstrele a los que hoy hablan que deben empezar a callarse, sin más que lo dicho, le reiteramos que la hinchada de Nacional lo quiere mucho, y, los de enfrente le temen.

Vuelva. Lo precisamos.”

A continuación siguen las firmas de los 320 socios.