El clásico que me marcó fue el del Apertura de 1998 donde ganamos con un gol mío y comenzamos a cambiar una mala racha que traía Nacional en los partidos ante Peñarol.
A partir de ese partido se gesta la remontada de Nacional hasta el día de hoy. Es que ganar aquel partido significó un antes y un después en el club que venía de un período negro.
El partido me quedó grabado porque marqué el primer gol y pude tapar a la figura de ellos (Pablo Bengoechea), además de participar en el 90% de la acción que derivó en el segundo gol de Guigou.
Los hinchas no se olvidan más de ese partido; de hecho hasta el día de hoy me lo hacen saber en la calle. Sin dudas que todos también se acuerdan de aquella vez que no saludé a Bengoechea.
Yo jugué cinco años en Nacional y aquel partido fue de los que más me marcó. Ellos habían conseguido el quinquenio, estaban pasando por un buen momento, y en el ambiente estaba aquello de que serían el primer club en conseguir un sexenio. Pero Hugo De León hizo las cosas súper bien, armó flor de grupo, ganamos Apertura y Clausura con los clásicos incluidos. Eso marcó un antes y un después. La referencia es que la gente hasta ahora se acuerda de aquello.
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