Fútbol > APERTURA

El arte de cambiar

Nacional perdía ante River cuando Munúa apostó a cambios que potenciaron su ofensiva mientras Carrasco modificó su estructura y la debilitó
Tiempo de lectura: -'
23 de agosto de 2015 a las 23:14

Lo ganó Munúa. Lo perdió Carrasco. Así de simple. Los entrenadores no hacen goles, es cierto, pero en un contexto de paridad los partidos se definen por detalles. Y en esos detalles, donde su director técnico tomó decisiones tan arriesgadas como decisivas, Nacional cimentó un triunfo de esos que marcan una campaña.

El tricolor derrotó 2-1 a River Plate en un partido que a falta de 10 minutos perdía 1-0.

Y lo hizo a partir de los cambios que introdujo su entrenador cuando River defendía con aplomo y contraatacaba con espacios que cada vez se ensanchaban más.

Munúa, que parte de una propuesta audaz donde la intensidad de juego tiene el claro objetivo de que su equipo sea protagonista y ofensivo, modificó su 4-2-3-1 por un 4-1-2-3 con el que terminó sitiando a River contra su arco, sometiéndolo y pasándole literalmente por encima.

En la vereda opuesta, Carrasco le pifió en los cambios. Sacó a Robert Flores que tenía controlado a Gonzalo Porras con una aplicación táctica sobresaliente.

Y después, sustituyó a Ángel Rodríguez que fue la gran figura del partido, el patrón del mediocampo, el organizador del juego darsenero y el hombre que en cada movimiento achicó los espacios de la gestación del juego tricolor.

Para colmo modificó, con ese ingreso de Cristian González por Rodríguez, una línea de cuatro que estaba jugando con gran solvencia con la velocidad de Iván Silva y la presencia de área de Darío Flores haciendo que un goleador implacable como Iván Alonso luciera inofensivo.

¿Se derrumbó River con sus cambios o se vio desbordado por el aluvión de fútbol tricolor?

Un poco de cada cosa. Hasta los ingresos de Rodrigo Amaral y Alejandro Barbaro mandó el fútbol de JR por encima de la propuesta de Munúa.

Su doble cinco –Montelongo-Rodríguez– hizo un primer tiempo perfecto.

Redujo el radio de acción de Nacho González limitándole espacio para conducir y tiempo para pensar.

Pero además, salió a presionarlo bien arriba con tres delanteros (Rosso-el Morro y Alaniz), intentando perturbar la prolija salida por la que apuesta este equipo de Munúa.

A cambio, logró perturbar la gestación del primer pase, que en Nacional siempre pasa por los pies de Porras.

Fue clave esa atención constante que puso Robert Flores sobre los movimientos del volante central tricolor. Lo encimó, lo marcó. No lo dejó nunca entrar en acción.

Gran acierto de Carrasco y gran novedad también en su forma de ver el fútbol donde siempre importó más exhibir las virtudes propias que neutralizar el potencial ajeno.

Con una transición de defensa a ataque de alto voltaje y los movimientos inteligentes del Morro García como referencia de área, River se puso 1-0 arriba con desborde de Alaniz, pésimo cierre de Espino y golazo del Morro, de media chilena.

Sobre esa ventaja, el darsenero trabajó el partido. Es cierto, sufrió cada vez que De Pena explotó su velocidad por izquierda colocando centros punzantes. Pero pudo aumentar la ventaja con dos contragolpes donde Rosso no estuvo fino para culminar las jugadas.

Control defensivo, circulación efectiva cada vez que la pelota pasó por los pies de Ángel Rodríguez y contragolpe explosivo. El segundo tiempo se presentaba muy favorable a River. Hasta que llegaron los cambios.

Y Nacional, que nunca había renunciado a jugar, se potenció y aumentó considerablemente su volumen de juego.

Por derecha, Barbaro le dio mucho más control de pelota que Barcia. Por el medio, el Nacho tuvo un socio de peso en Amaral, que encaró, descargó y pisó el área con furia juvenil para igualar el partido a falta de 10 minutos.

River sintió el cimbronazo. De pies a cabeza. Olveira que había dominado el área con valentía y determinación, falló en una salida y Romero –que levanta en este grupo como nadie la bandera de la convicción– puso el 2-1 en el epílogo.

Así ganó Nacional. Con sus ideas ofensivas llevadas a la máxima expresión, aún costa de pasar riesgos. Y por el arte de saber cambiar de su entrenador.

NACIONAL

1. Esteban Conde, 4. Jorge Fucile, 5. Matías Malvino, 23. Diego Polenta, 22. Alfonso Espino, 19. Santiago Romero, 14. Gonzalo Porras, 11. Leandro Barcia, 10. Ignacio González, 16. Carlos de Pena, 24. Iván Alonso. DT. Gustavo Munúa

RIVER PLATE

25. Gastón Olveira, 4. Claudio Herrera, 22. Iván Silva, 5. Darío Flores, 19. Diego Rodríguez, 7. Bruno Montelongo, 17. Ángel Rodríguez, 15. Robert Flores, 21. Alexander Rosso, 9. Santiago García, 23. Martín Alaniz. DT. Juan Ramón Carrasco

CANCHA: Parque Central

JUEZ: Fernando Falce

CAMBIOS EN NACIONAL: 58' 31- Alejandro Barbaro x L. Barcia, 63' 21- Rodrigo Amaral x J. Fucile y 90' + 1' 8- Sebastián Eguren x I. González

CAMBIOS EN RIVER PLATE: 59' 10- Michael Santos x A. Rosso, 64' 27- Fernando Gorriarán x R. Flores y 73' 6- Cristian González x Á. Rodríguez

GOLES: 23' S. García (RP), 80' R. Amaral (N), 88' S. Romero (N)

AMARILLAS: De Pena, Fucile, Porras, Romero (N)


Comentarios

Registrate gratis y seguí navegando.

¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

Pasá de informarte a formar tu opinión.

Suscribite desde US$ 345 / mes

Elegí tu plan

Estás por alcanzar el límite de notas.

Suscribite ahora a

Te quedan 3 notas gratuitas.

Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

Esta es tu última nota gratuita.

Se parte de desde US$ 345 / mes

Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

Elegí tu plan y accedé sin límites.

Ver planes

Contenido exclusivo de

Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

Cargando...