Duelo de gigantes

Bayern Múnich se presenta el sábado como claro favorito en Wembley en la final alemana de la Liga de Campeones ante un Borussia Dortmund desafiante, que espera recuperar la fórmula que lo hizo convertirse en una pesadilla para los bávaros durante dos temporadas.

Para Bayern la final es la posibilidad de coronar con el máximo título europeo una temporada excelente, que al comienzo estuvo marcada precisamente por el reto de recuperar el primer lugar en el fútbol alemán que le había sido arrebatado por el Dortmund.

Además, tras las finales perdidas en 2012 ante Chelsea en Múnich y ante Inter en Madrid en 2010, se trata de conseguir al fin el logro de un sueño aplazado y de evitar que sobre algunos jugadores como Bastian Schweinsteiger, Philipp Lahm o Arjen Robben empiece a pesar un estigma de perdedores.

Para el Dortmund, se trata de la posibilidad de ponerle la guinda a una época marcada por el trabajo del entrenador Jürgen Klopp, en el que el club ha pasado de la segunda línea del fútbol alemán a la elite europea.

Si se mira la temporada actual, el favoritismo de Bayern está plenamente justificado. En la Bundesliga, le sacó 25 puntos de ventaja al Dortmund y en la Liga de Campeones se deshizo con facilidad desbordante de Juventus y de Barcelona y el equipo parece ver cada vez mejor.

Uno de los pocos elementos que hablan a favor del Dortmund, verdugo de Málaga en cuartos y de Real Madrid en semifinales, es que durante dos temporadas fue la bestia negra de Bayern, derrotándolo en cinco ocasiones, cuatro veces en la Bundesliga y una vez en la final de la Copa de Alemania de 2012.

En el Dortmund no estará una de sus máximas figuras, Mario Götze, lesionado, quien fue contratado justamente por Bayern y despertó toda clase de suspicacias.