Tras la victoria ante Nigeria, Oscar Washington Tabárez fue consultado por el factible cruce en semifinales con Brasil. La respuesta a la pregunta, fue la siguiente:
“Algunos nos dicen que somos los aguafiestas y para mí es un elogio. A veces, la fiesta está preparada para que gane uno u otro, y a veces sucede. Pero también pasa que a veces gana el que no estaba en los planes”.
Con esta frase, el Maestro no hizo más que recordar sus antecedentes más cercanos con la selección en los campeonatos más importantes disputados desde su llegada en 2007.
En la Copa América de Venezuela, ese mismo año, la celeste dejó por el camino a los locales con un contundente 4-1 en cuartos de final. Tres años más tarde, en el Mundial de Sudáfrica, los de Tabárez golearon a los africanos 3-0 y los dejaron con un pie afuera de su propio campeonato.
La más resonante de todas las victorias a los locales fue sin lugar a dudas la producida en la Copa América de Argentina en 2011. La celeste dejó por el camino a la albiceleste, con Messi y compañía, en cuartos de final y se terminó consagrando campeona del certamen.
La fiesta más grande que desbarató Uruguay en su historia fue la del mundial de 1950, justamente en Brasil. Este miércoles a las 16 horas, la celeste tendrá nuevamente la chance de meterse en la historia acallando un estadio en su contra. ¿Podrá hacerlo?
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