La red se infló como pasa pocas veces. Fue una volea de esas que llenan el arco y los ojos de todos. Un tremendo golazo de Gonzalo Bueno tras un gran pase de Gonzalo Carneiro, no solo para encauzar un partido que se había hecho cuesta arriba y poner el 2-1, sino que sirvió para la victoria y alcanzar la punta con un partido de más.
Claro que cuando se está de buena racha, es muy difícil poder ganarle a un equipo.
Porque justo en la jugada anterior, un tremendo tiro libre de Leandro Ezquerra dio en el travesaño y picó en la línea. Era el 2-1 para Juventud, pero en la contra, se lo ganó la viola.
Por algo lleva 11 encuentros sin perder en lo local. El equipo de Eduardo Acevedo está retornando a su mística.
Pese a ello, Juventud fue el verdadero protagonista del primer tiempo, el que más quiso y debido a eso, llegó con mayor peligro al arco rival.
Ezquerra anunció con su especialidad, el tiro libre, recián cuando iban 2 minutos y Guillermo Reyes contuvo de gran forma cuando se le metía el balón.
Sin embargo, fue el violeta que se puso en ventaja temprano luego de un gol de penal de Matías Cabrera tras una falta sobre Ayrton Cougo a los 16'.
De allí en adelante, casi toda la primera parte, o al menos las jugadas de mayor riesgo, fueron de Juventud.
La mitad de la cancha funcionaba muy bien entre Jim Morrison Varela, Esteban González y Ezquerra.
De todas formas, los delanteros pedrenses eran bien marcados por la zaga violeta.
Hasta que a los 26 minutos tras una pequeña distracción en un lateral, la pelota le quedó a Delis Vargas quien fusiló a Reyes para igualar el marcador. Era justo.
Cuando todos esperaban que el local hiciera el gasto en pos del segundo, continuó siendo el conjunto de Santiago Ostolaza el que llegó más.
El encuentro se tornó más friccionado con algunas discusiones y amarillas insólitas hasta que se fue la primera parte.
El complemento fue diferente. Se dejó la fricción de lado y comenzaron a aparecer buenas actuaciones individuales por parte de ambos.
Por el lado del local, Carneiro y su fútbol –terminó lesionado en su rodilla–, Bueno, Romário Acuña cuando le tocó entrar, al igual que Bueno.
En Juventud, Gustavo Alles y lo que hacía Ezquerra en la mitad de la cancha.
Ese golazo tremendo de Bueno fue así: tremendo. Porque dejó sin respuesta a un conjunto pedrense que dominó buena parte del encuentro y permitió que el violeta fuera creciendo con y sin pelota en la cancha.
Defensor festejó la punta. Tiene un partido más y se le viene Danubio. Pero su racha es espectacular.
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