La
selección su 20 de Uruguay cayó derrotado sin atenuantes ante Venezuela en Quito por 3-0 en una noche donde nunca se sintió cómodo desde el juego y que lo obligará a sumar ante Ecuador el sábado si quiere salir campeón sudamericano.
En el primer tiempo los dos salieron a estudiarse, conscientes de la importancia del partido y de los que ambos equipos se jugaban a esta
altura del hexagonal final. Uruguay iba por el título y
Venezuela por un buen resultado que lo dejará aún más cerca del Mundial.
La victoria de Ecuador a primera hora ante Colombia no ayudó ya que obligó a ambos a obtener un buen resultado para conseguir sus objetivos y, pese a lo que podía esperarse, ambos jugaron con demasiada cautela desde el inicio.
Desde el inicio del partido Venezuela se paró en campo celeste, apeló a la movilidad de Yeferson Soteldo y al buen toque de Ronaldo Peña para hacerse de la pelota y comenzó a manejar los hilos de un partido que encontró a Uruguay replegado en su terreno y atado desde la salida, sin la posibilidad de que Rodrigo Bentancur pudiera soltarse para oxigenar circuitos ofensivos y generar juego hacia las bandas.
Facundo Waller y Carlos Benavídez, los motores celestes de recuperación, estuvieron imprecisos y Uruguay sintió esa falencia en la zona crítica del campo.
En ese escenario, Nicolás De La Cruz fue escalonado, lo radiaron del juego y tuvo que bajar varios metros para hacerse de la pelota, lo que desconectó del juego a Rodrigo Amaral y a Nicolás Schiappacasse.
Sin lastimarse y con Venezuela como dominador de la posesión de la pelota, la jugada más importante llegó a los 33 minutos cuando un desajuste defensivo celeste obligó a Santiago Mele a una brillante intervención para alejar el peligro.
El equipo de Fabián Coito repitió infracciones, se llenó de nervios y vio como tres jugadores fueron amonestados.
Uruguay sintió el impacto, supo que debía ajustar detalles en una línea final que sufrió sin la presencia de dos titulares inamovibles, Agustín Rogel y José Luis Rodríguez, y de manera instintiva se adelantó metros en el terreno.
De La Cruz y Bentancur hicieron un desgaste extra y una incursión del hombre de Liverpool derivó en una falta que le permitió a Uruguay tomar aire y organizar una ofensiva que terminó con Schiappacasse definiendo solo y exigiendo a Wuilker Fariñez a una tapada formidable.
En la recarga y tras un tiro de esquina Mathías Olivera estrelló una pelota en el palo y Uruguay terminó el tiempo con otra imagen.
El complemento comenzó con la paridad del inicio hasta que a los 66 minutos se terminó de caer la estantería. Uruguay dio ventajas en defensa y tras una combinación ofensiva de la vinotinto apareció Josué Mejías para firmar el 1-0. Fue un golpe duro para Uruguay, que debía salir a dar vuelta el partido para gritar campeón.
Pero se llenó de nervios y fue superado con una defensa que extrañó demasiado a los titulares Rogel y Rodríguez. En ocho minutos Venezuela liquidó el pleito gracias a los penales que Bueno y Waller cometieron en el área celeste.
Uruguay perdió bien y debe ganar el sábado para arruinarle la fiesta al local y gritar campeón luego de 36 años.