No fue un clásico ultrapolémico. Gustavo Munúa y Sebastián Eguren le pusieron paños fríos a la situación, dijeron que entienden al juez, que está en una posición difícil y que no influyó en el partido. Y en el resto de los 90', llevó el partido de forma impecable, con autoridad. Así y todo, el clásico de ayer estará marcado por la polémica en torno a la amarilla que recibió
Diego Forlán por una plancha a la rodilla de Gonzalo Porras y si debió ser tarjeta roja.
Lo curioso es que, mientras desde el vestuario tricolor se le sacó trascendencia, Forlán reconoció que temió que le sacaran la roja: "Nunca sabés, podría haber sido roja. Yo dudé. Llego tarde, intento ir a la pelota, lo llego a tocar. Estaba esperando que el árbitro sacara para ver de qué color era".
Ante todo, se trata de una jugada de interpretación del juez: el jugador dirige la pierna a la rodilla de Porras, aunque no con una violencia desmedida. Si hubiese sido roja, nadie podría haber dicho nada, como reconoció Forlán.
una tarjeta, varias visiones
Forlán
"Nunca sabés, podría haber sido roja. Yo dudé. Llego tarde, intento ir a la pelota, lo llego a tocar. Estaba esperando que el árbitro sacara para ver de qué color era"
Eguren
"No me gusta opinar de los jueces. No siento que nos haya perjudicado. Es el mejor juez del fútbol uruguayo. No influyó en el partido"
Munúa
"De la jugada de Forlán no puedo opinar porque me agarró medio tapado, lejos. Vi que hubo algo, pero no puedo hacer un comentario porque es difícil desde tan lejos"
Bengoechea
"No observé bien la de Forlán. Me sorprendió la cantidad de protestas pidiendo otro color de tarjeta. Ahí me asusté un poquito"