En un partido dramático, que tuvo ganado y que se le complicó muchísimo,
Pablo Cuevas clasificó a la segunda ronda del
US Open, tras ganarle 6-3, 6-2, 0-6, 5-7, 6-3 al israelí Dudi Sela, 80° del mundo.
Fue un partido extraño, en el que Cuevas apenas mostró destellos de su
tenis. Se llevó el primer set 6-3, con dos quiebres en el final de la manga, aprovechando que Sela cometió varios errores no forzados. Con fortaleza en el saque –la recuperó después de un dubitativo inicio se set– fue sólido en el final de ese parcial para arrancar arriba 6-3.
Cuevas comenzó con un quiebre en contra y quedó 0-2 en el segundo, pero enseguida mostró su mejor juego: saques potentes, tiros profundos, buenos ángulos y dominio físico y mental, para ganar seis games seguidos y llevárselo por 6-2.
Sin embargo, en el tercero apareció lo peor. Sela no se dio por vencido y Cuevas cayó en varias desconcentraciones. Rápidamente quedó 0-4 y luego pareció "entregar" los otros dos games, como para enfocar energías en el cuarto.
En ese set, Cuevas quiso reaccionar, pero Sela ya era otro: corría como si fuera el primer set, arriesgaba, sacaba fuerte: estaba en su momento ante un uruguayo en baja, y así, a pesar de que Cuevas estuvo 5-4 y 0-30, no supo cerrarlo y perdió la manga 7-5.
Y en el quinto llegó el drama: primero Sela con una lesión de muñeca que de a ratos casi no lo dejaba sacar y lo dejó 1-4 abajo. Y cuando Cuevas se encaminaba a cerrarlo, llegó un calambre en la muñeca, por la cual necesitó atención médica dos veces.
Con los dos tocados, el final fue con el corazón. Cuevas puso el suyo, y se llevó una dramática victoria, aunque ahora deberá descansar al máximo para recuperar energías para el partido de segunda ronda, ante Nicolás Almagro.