El DT de Nacional, Gustavo Munúa (D), con su asistente Christian Berman
Leandro Barcia y Juan Manuel Díaz
Felipe Carballo y Jorge Contreras
Jorge Contreras
Carballo contra Estol y Méndez
Gabriel Fernández y Diego Polenta
Sebastián Fernández y Gustavo Munúa
Rodríguez y Díaz ven cómo se escapa Barcia
Jorge Contreras
Gustavo Tejera
Alfonso Espino
La terna arbitral

Fútbol > CLAUSURA

Con ritmo copero, Nacional venció a Racing 1-0

Nacional fue de menos a más para ganarle a Racing por 1-0, en un partido en el que impuso la intensidad con la que se metió en cuartos de Libertadores
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08 de mayo de 2016 a las 21:30

Sigue prendido y no afloja. Nacional le ganó 1-0, bien, sin pasar riesgos, a Racing y llegará al clásico del próximo domingo con las posibilidades intactas de pelear por el Clausura y de alcanzar a Peñarol en la Anual en caso de que gane el encuentro que ya tiene aroma de final.

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En un partido en el que fue de menos a más, el equipo de Gustavo Munúa puso su ritmo copero, ese que ha mostrado ante los rivales internacionales a los que enfrentó, y se quedó con el triunfo en el Parque Central.

Con malas experiencias en sus anteriores rotaciones, el DT tocó lo mínimo indispensable a su once ideal y solo hizo dos cambios en su esquema base: Erick Cabaco por Mauricio Victorino, por precaución, y Felipe Carballo por Gonzalo Porras, sancionado.

De entrada, el encuentro tuvo su primera polémica cuando no corría ni un minuto de juego y Santiago Romero pisó el tendón de Aquiles de Juan Pablo Rodríguez, lo que pudo costarle una amonestación al volante tricolor si la falta hubiera sido observada por el árbitro Gustavo Tejera, pero ni él ni el asistente la vieron.

El partido comenzó con los tricolores con la posesión de la pelota y Racing esperando. Los albos tocaban -por momentos, bastante- hasta tres cuartos, pero no conectaban a la hora de pasar la pelota a los atacantes. Romero tomó el rol habilitador de Porras, pero en las mayorías de las ocasiones, falló. También Diego Polenta se animó a lanzar desde el fondo, pero tampoco lo logró con éxito.

Racing, por su parte, tenía a Daniel Acosta como el más fino con la pelota. La buscó siempre y encaró en busca de Gabriel Fernández, quien también apareció con algo de claridad, pero la zaga tricolor estuvo firme para cortar.

Al ver que el pase frontal no daba resultado, de a poco, los tricolores volcaron el juego para sus extremos, Leandro Barcia y Kevín Ramírez, y éstos comenzaron a sacar una notoria diferencia de velocidad con sus respectivos marcadores, Juan Manuel Díaz y Gonzalo Aguilar, quienes habían arrancado sin problemas, pero de a poco comenzaron a sufrir.

Y por esa vía llegó el tanto de la apertura y que le dio el triunfo a los albos. Barcia le ganó en velocidad a Díaz hasta perfilarse de gran forma, mandó un gran centro al área y Ramírez recordó cómo era jugar de 9 para meterse en el corazón del área, elevarse y definir de cabeza -una de sus especialidades que lo llevó a Nacional, pero que en su actual y nueva función no explota con frecuencia- para vencer a Jorge Contreras.

El gol desató la locura en el Parque Central. Tanto, que en la recarga de los de Sayago, Cabaco cometió un error no forzado y GaFernández estuvo cerca de cortar la dulzura de las tribunas, pero su remate fue apenas desviado.

Nacional también tuvo otra enseguida. Romero asistió –esta vez de forma notable- a Ramírez, quien remató para que Contreras diera rebote. Seba Fernández corrió, se la picó al arquero y fue gol. Pero el asistente marcó un fuera de juego que no existió, lo que generó la rechifla de los bolsos.

El trámite se mantuvo en el segundo tiempo. Los albos dominaron y debieron ampliar la diferencia, mientras que Racing nunca arriesgó. El técnico albiverde, Sebastián Taramasco, no rompió su esquema y los cambios que hizo fueron por jugadores con el mismo perfil.

Lo que mantuvo la expectativa hasta el final fue que al estar solo 1-0 y fallar tantas ocasiones, los tricolores podían sufrir un percance que le quitara los tres puntos. Pero la visita hizo muy poco.

Munúa, como quien cuida a sus mejores guerreros, fue realizando variantes pensando en Boca y en el clásico. Primero sacó al Diente López, quien no estuvo claro, aunque siempre fue motivo de atención para sus rivales. Luego, quitó a Ramírez, otro de sus favoritos, y por último retiró a Papelito Fernández.

Cristian Tabó, que entró muy enchufado, falló un gol imposible, pero no incidió en el resultado ni en el ánimo que reinó en el Parque Central, donde los hinchas arrancaron cantando que hay que ganar la Libertadores, pero también recordaron, con mucho más fuerza, que el domingo hay que ganar el clásico. Los bolsos confían en este grupo de jugadores y creen que pueden dar pelea en una semana que será crucial.

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