Y otra vez Álvaro Recoba, porque casi como un ejercicio obligado, Nacional se refugió en los pies del Chino para salir adelante después de la dolorosa eliminación de la Copa Sudamericana y con una victoria ante Fénix por 2-1 en la cuarta fecha del Apertura se afirmó como puntero solitario.
Y otra vez con Álvaro Recoba... con los privilegios y perjuicios que puede ocasionar estar encomendado a un futbolista que en su rubro saca la cara por el equipo y deja a su oncena siempre un gol encima del rival de turno. Qué le importa al hincha por estas horas si nuevamente, como en el Campeonato Uruguayo anterior y en el que está en curso, disfruta de la vigencia de un jugador extraordinario, capaz de hacer lo difícil muy sencillo.
Nacional ganó por el Chino, obviamente, pero también, porque atrás de Recoba estuvo un equipo que desarrolló el trabajo sucio a las sombras del fútbol exquisito y que se alineó a las espaldas de su jugador más habilidoso. Entonces allí ingresan a tallar los que de overol aguantaron el partido desde el fondo, con Scotti y Lembo en la zaga, y con dos volantes, Maximiliano Calzada y Facundo Píriz, que tienen que correr por tres, porque el Chino se dedica a otra tarea.
El partido fue de tono discreto, un poco por la resaca que le quedó a Nacional tras la dolorosa eliminación del martes en la Copa Sudamericana y otro porque le costó entrar en ritmo. Después, tuvo algunos momentos de brillantez cuando el balón pasó por los pies de Recoba, pero no fueron los que dominaron los 90 minutos en el Parque Central.
De todas formas, los tricolores hicieron su juego: bien plantados desde el fondo, pusieron la pelota en la cancha del rival y dispusieron más tiempo del balón que Fénix, lo que le dio la tranquilidad de defenderse sin tener que andar corriendo tras los jugadores que ayer actuaron de rojo. Además, Recoba, con pases milimétricos, hizo funcionar la estructura ofensiva.
Los tricolores necesitaron ocho minutos para llegar por primera vez con peligro al arco rival, y Recoba resolvió con un golazo, cuando colocó la pelota al segundo palo del golero, en un lugar inalcanzable.
Hasta los 38 minutos, cuando Bava le cometió penal a Guevgeozian, que él mismo transformó en gol, los tricolores apenas habían pisado el área rival y poco habían inquietado.
El partido estaba 1-1, por el error del golero tricolor, pero Recoba, con un gol olímpico desenredó la madeja de Nacional. Así el partido quedó 2-1 hasta el final.
Fénix, que nunca se apartó de su libreto (4-3-1-2), no fue un rival exigente para Nacional y jamás encontró, salvo por el error de Bava, la fórmula para quebrar la resistencia de los tricolores, aunque el técnico Eduardo Favaro realizó cambios durante el complemento (entraron Vigneri, Jhonatan Pérez y Omar Pérez) para darle un giro al partido.
En el segundo tiempo los albos generaron espacios con algunas corridas de Gonzalo Bueno, Christian Núñez y Adrián Luna, pero no consiguieron quebrar la resistencia de Mejía por tercera vez. De todas formas, el triunfo estaba asegurado porque Fénix no tenía argumentos para aspirar al empate.
Con Recoba como amuleto, ganó Nacional, se sacó de encima la eliminación de la Copa Sudamericana y es transitoriamente el líder exclusivo del Apertura. Son buenas noticias para los albos después de la semana que pasaron.
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