En 1954 la FIFA dio el veredicto y decidió federar a las dos selecciones que habían surgido luego de la separación de Irlanda, dividida en 1923 luego de la muerte del líder revolucionario Michael Collins y el final de la guerra civil.
Esta isla, que pertenece políticamente al Reino Unido, tiene poco más de 1,5 millones de habitantes y el fútbol ocupa un lugar secundario en la agenda pasional de sus lugareños.
Los deportes principales son rugby, hockey, baloncesto, cricket y hurling, aunque la aparición de Rory McIlroy hizo crecer sistemáticamente el gusto nacional por el golf.
La selección de fútbol construyó su historia a la sombra de sus compatriotas divididos, que han tenido mejores jugadores y participación en la historia de los mundiales.
Irlanda del Norte solo se hizo presente en cuatro Copas del Mundo, logrando su mejor participación en Suecia 1958, donde alcanzó los cuartos de final antes de sucumbir ante Francia por 4-0.
Para clasificarse eliminaron a Italia, única vez en la historia que la azzurra faltó a un Mundial.
La última postal de un equipo norirlandés en un Mundial data de 1986, cuando la selección liderada por Pat Jennings no avanzó en el Grupo D liderado por Brasil y España.
En la actualidad, el equipo que ocupa el puesto 84 en el ranking FIFA, finalizó penúltimo en las eliminatorias que compartieron con Rusia, Portugal, Azerbaiyán, Luxemburgo e Israel. Los conducidos por Michaell O’Neill, sumaron siete puntos sobre 30 disputados.
Táctica de bloque
El equipo norirlandés utiliza un sistema táctico típico de los equipos británicos, cuyas claves son una línea defensiva posicional, laterales que no se desdoblan, una mitad de la cancha poblada y un centrodelantero corpulento a la hora de apostar al juego aéreo.
En el pizarrón, el entrenador dispondrá de un 4-5-1 lineal, con una mitad de la cancha muy poblada para intentar neutralizar a los jugadores que Tabárez coloque por las bandas, que puede transformarse en un 4-3-2-1 a la hora de tener el balón, buscando el juego como pívot que puede ofrecer su delantero.
La columna vertebral del entrenador O’Neill es con Roy Carroll, arquero diestro de 36 años, Chris Baird, volante de contención que se hunde entre los zagueros cuando su equipo no tiene la pelota, diestro de 31 años y aplicado tácticamente, Steven Davis, volante derecho creativo con gran remate de media distancia que es compañero de Gastón Ramírez en Southampton y el delantero Sammy Clingan, de 29 años y buen juego áreo.
En las Eliminatorias europeas se pudo observar a un equipo aplicado en el concepto táctico pero muy pobre técnicamente.
Los jugadores utilizados tienen un gran espíritu combativo y es difícil ganarles los duelos individuales. Su falencia radica en la elaboración ofensiva, donde su principal apuesta son los envíos aéreos y las pelotas quietas.
Uruguay enfrentará a un rival inferior desde lo técnico pero complicado desde lo táctico. Será su primer examen serio.
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