Como agua entre los dedos

Cuando tenía el triunfo sellado, luego de que Bueno marró un gol increíble, la selección sub 20 de Uruguay terminó igualando 3-3 con Perú en su debut en el Sudamericano en un partido donde pasó por todas las situaciones: incertidumbre, sufrimiento, alegría y bronca.

Uruguay salió a jugar con un esquema de cuatro hombres en el fondo, dos volantes por adentro y dos por afuera y dos delanteros. En los primeros minutos dejó la sensación de pararse en territorio rival, pero, conforme al paso de los minutos, Perú equilibró.

Y sabido es que, si los peruanos tienen facilidades, manejan la pelota. Descubrieron grietas en el fondo celeste y, luego de una acción que desperdició Bentancourt, el elenco inca sorprendió.

Cristóforo se mostró para recibir, Varela no estaba, Perú presionó y robó en el medio y tomó mal parado al equipo. Deza asistió a Reyna, que definió cruzado para poner a los rojos en ventaja.

El nerviosismo se apoderó del equipo de Verzeri. En el medio no daban pie y tampoco se generaba juego, por lo que Perú, sin molestar mucho, se apoderó de la pelota.

Uruguay buscó sin tener claros los conceptos. Todo fue apresurado y el reloj trepó al minuto 40. En el peor momento del equipo celeste, cuando buscaba sin tener los conceptos claros, llegó el gol del empate en la mejor acción colectiva. Pared de Bentancourt con De Arrascaeta que asistió a Nico López para la definición.

Los celestes no pudieron ni aprovechar el impulso del empate. Es que tres minutos después Gómez sacó un largo remate que sorprendió a Cubero para mandar a Perú al descanso en ventaja.

De cara al segundo tiempo, Verzeri movió piezas y mandó a Rolan al campo por Laxalt y se paró con un equipo de neto corte ofensivo con tres hombres arriba.

Pero el tema es que, al asumir el riesgo, quedó expuesto en el fondo y Perú encontró espacios.

Pero en dos minutos Uruguay dio vuelta el trámite. Cuando estaba para el nocaut, se levantó. Primero con una corrida de López con remate, cuando el golero dio rebote y aprovechó Bentancourt. Enseguida Rolan lanzó a Varela y fue a buscar el centro para dar vuelta el partido con un cabezazo. Tan increíble como real.

El viento cambió. Ahora el desesperado fue Perú y Verzeri se cubrió de riesgos con el ingreso de un hombre de marca, Pais por De Arrascaeta. Perú fue y Uruguay contó con chances para sentenciar. No lo hizo y sufrió más de la cuenta con una salida en falso de Cubero, la que salvó el palo. Uruguay no lo cerró y a tres del final un penal increíble le permitió a Benavente igualar un partido que la celeste tenía ganado.