El delantero senegalés Famara Diedhiou, de Gazelec Ajaccio de la Tercera división francesa, vio la tarjeta amarilla al celebrar un gol y comerse una banana, como hizo el brasileño de Barcelona Dani Alves, en un hecho que repercutió en todo el mundo como un gesto contra el racismo.
El africano de 21 años hizo un gol de penal ante Red Star FC 93 y lo festejó de esa forma. Pero el juez Johan Hamel consideró que fue una acción provocativa y por eso lo amonestó.
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