En el club portugués estará en el plantel Jonathan Urretaviscaya, que jugó dos partidos en el torneo. El primero el 14 de febrero, donde estuvo 57 minutos en el triunfo 1-0 ante Bayer Leverkusen. Y el segundo el 2 de mayo en la victoria 3-1 sobre Fenerbahce, donde lo tuvieron en cuenta apenas tres minutos.
Maximiliano Pereira, que jugó los últimos cuatro partidos, no será de la partida por estar suspendido.
La final de la Liga Europa medirá en esta edición a dos clubes antagónicos: Benfica, equipo histórico que brilló en la Europa de principios de los 60, y que afronta un largo período de sequía continental, y Chelsea, hoy un conjunto rico y potente, cuyos mayores éxitos se remontan a la última década.
De un lado de la balanza, la mayor competitividad de la Premier, un presupuesto cuatro veces superior al de su rival (más de 300 millones de euros) y estrellas a nivel mundial como Terry, Lampard o Torres. Del otro, el factor sorpresa y el buen juego desplegado esta temporada por las “águilas”, sedientas de un título europeo. Chelsea entrenado por el español Rafa Benítez buscará en Ámsterdam arrebatar a Benfica la Liga Europa y levantar un trofeo continental por segundo año consecutivo. Ante los portugueses, los “blues” tendrán la posibilidad de añadir un nuevo título a su palmarés.
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