Boston River cayó en el partido de ida ante Cerro Porteño por 2-1 en el marco de la Copa Sudamericana.
El equipo de Alejandro Apud jugó un gran partido, respetando desde el inicio la filosofía colectiva que lo llevó a jugar el certamen continental y sorprendió colocando una línea de tres hombres final para copar la zona medular y generar juego a partir de ese sector.
Con la manija de Pablo Cepellini a la hora de jugar con el balón en su poder, Boston River supo que debía aplicar una presión alta para no dejar jugar al rival, robarle la pelota e imponer condiciones.
Y vaya si lo logró en un primer tiempo que lo tuvo como protagonista, con el manejo de Diego Scotti en la zona media donde fue un baluarte, con el despliegue de Pablo Álvarez por el carril derecho y la inteligencia de Bruno Foliados y Maximiliano Pérez para flotar por todo el frente de ataque e incomodar a un equipo paraguayo que se vio sorprendido por el manejo de pelota de su rival.
El partido ganó en justicia cuando tras un saque de esquina Maximiliano Pérez bajó la pelota de manera notable para que Bruno Foliados controlara, sacara dos gambetas bárbaras como recurso técnico y definiera abajo cruzado para poner la apertura del marcador.
Con el 1-0 a su favor apareció la mejor versión del equipo de Alejandro Apud.
Presión alta, rotación de la pelota buscando ensanchar la cancha, cambio de perfiles y generación de circuitos hicieron posible que Boston River se defendiera con la pelota para resguardar su ventaja en el marcador e irse al complemento en ganancia.
Sin embargo en el segundo tiempo encontró a un rival diferente, dispuesto a ser mucho más agresivo para defender la localía. Boston River tuvo que replegarse varios metros en el terreno pero sin ceder la posesión de la pelota. Los hombres de Alejandro Apud buscaron ocupar espacios desde la tenencia y esa fue su principal arma defensiva con una línea de tres que tuvo algunos desajustes solucionados a tiempo por Enrique Etcheverry.
Para complementar los cambios ofensivos que el entrenador colombiano Leonel Álvarez mandó a la cancha, Apud le dio ingreso a Mauro Vila buscando velocidad y definición en los últimos metros.
El partido ganó en justicia cuando tras un saque de esquina Maximiliano Pérez bajó la pelota de manera notable para que Bruno Foliados controlara, sacara dos gambetas bárbaras como recurso técnico y definiera abajo cruzado para poner la apertura del marcador.
Cuando el partido parecía controlado y Boston River hacía méritos suficientes para llevarse los tres puntos, el equipo uruguayo tuvo sus tres minutos de terror. A los 75 un desajuste defensivo le permitió a Alfio Oviedo igualar las acciones de cabeza tras la pasiva reacción de un Adrián Berbia que solo atinó a mirar.
Apenas tres minutos después, cuando el reloj marcaba los 78, fue Santiago Molina quien apareció para hacer estéril el esfuerzo de Berbia y dar vuelta un partido que parecía controlado.
En los últimos 15 minutos Apud buscó piernas frescas en ofensiva con el ingreso de Robert Flores y Federico Rodríguez pero el revulsivo no tuvo efecto y la serie quedó comprometida para los uruguayos pese a jugar un gran partido y elevar el listón de la propuesta bien alto.
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