Centenario: el templo abandonado

Es el estadio que más partidos albergó en toda la historia de la Copa Libertadores de América con más de 400, sacándole 100 de diferencia al Defensores del Chaco de Asunción que viene segundo. También es en el que se disputaron más finales de este mismo certamen: 20. Ninguno lo supera. Ni que hablar de lo que fue su inauguración hace ya casi 87 años que llevó a disputar la primera final en la historia de los mundiales.

La realidad del Estadio Centenario hoy es muy distinta. Aquellas épocas de gloria en la que Nacional y Peñarol se lo disputaban y por lo que se decidió que uno jugara el sábado y otro el domingo, quedaron muy atrás. En la última década el emblema futbolístico que tiene este país perdió con el paso de los años su atractivo para los clubes y si se compara solamente los partidos que se disputaron entre 2015 y 2016 allí, el descenso es muy pronunciado: un 47,2% menos.

De 72 encuentros en 2015 se pasó a 38 en 2016. Si bien es verdad que en 2015 ayudaron los nueve compromisos que se disputaron por el Sudamericano sub 20, la diferencia sigue siendo enorme.

El que más lo utilizó –incluyendo algunos partidos de Tercera división– fue Peñarol una vez más con 22 encuentros, casi la mitad de los que jugó en 2015 que fueron 40. Nacional, incluyendo dos partidos de Tercera, disputó solamente 11 encuentros en 2016, prácticamente la mitad que en 2015 que habían sido 21.

Por otra parte, la selección uruguaya en 2016 jugó cinco partidos, cuatro por Eliminatorias, contra tres en total en 2015. Allí ayudó el calendario.

Muchos son los aspectos que conspiran contra el máximo escenario deportivo que tiene Uruguay y más en los últimos años que es administrado por la Comisión Administradora del Field Oficial (CAFO) desde sus inicios.

"La televisión y las nuevas tecnologías le quitan público al fútbol. A eso hay que sumarle los hechos de violencia que también contribuyen a la baja", dijo a Referí el presidente de CAFO, Enrique Baldrich.

Pero obviamente que no es solo eso. Los hinchas de Nacional y Peñarol concurren asiduamente a su estadio y los clubes chicos cada vez más eligen jugar fuera del Centenario, sobre todo, cuando se disputan compromisos por copas internacionales.

En 2016, los tricolores jugaron 21 partidos en el Parque Central, mientras que los mirasoles lo hicieron en 13 oportunidades en su estadio.

Baldrich admitió que "antes jugaban instituciones menores por la Libertadores o la Sudamericana y ahora tampoco lo hacen. Para este año, por ejemplo, Wanderers ya anunció que no jugará en el Centenario, Cerro lo hará en el Tróccoli y Defensor Sporting en el Franzini".

En 2016, los chicos jugaron nueve encuentros por Libertadores o Sudamericana, y solamente dos de esos se disputaron en el Centenario. Los demás fueron en el Franzini (cuatro), Campus de Maldonado (dos) y Suppici (uno).

"El Centenario es el más barato para alquilar. Cuesta $ 90 mil por partido si se habilitan las cuatro tribunas. Por cada tribuna que no se habilite se descuentan $ 5.000", explicó. Ese es el mínimo, porque luego va asociado a la recaudación.

La administración es conjunta entre la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM).

Baldrich opinó que "el estadio no es solo la cancha, es la estructura que se va deteriorando por tener tantos años. Están los vestuarios, las cabinas de transmisión, los palcos VIP, los baños. Es la infraestructura más grande del país. El presupuesto anual general es de $ 40 millones, un poco más de US$ 100 mil por mes".

Los ingresos que tiene CAFO vienen de un porcentaje de la recaudación bruta de cada encuentro que se disputa allí (un 6%), sumado a la estática que paga anualmente la AUF solo por el fútbol local, sin tener en cuenta los partidos de selección. A eso cabe sumarle también el dinero que entra por los espectáculos que no son deportivos como por ejemplo, cuando vienen grupos musicales.

Si bien la Intendencia de Montevideo (IMM) es socia con la AUF, tiene un porcentaje por entradas del 2,5% que no cobra. "Lo va dejando para contribuir al mantenimiento del Centenario", dijo Baldrich.

Claro que hubo un antes y un después de la televisión. "En 1998, cuando la AUF le cedió los derechos de estática a la empresa Tenfield, se dejó de percibir lo que antes se cobraba", recuerda.

En esa época CAFO protestó y Eugenio Figueredo –entonces presidente de la AUF– decidió que se le pagara un monto de US$ 180 mil anuales que no se le abonan con frecuencia.

Hoy CAFO tiene 34 empleados y están al día en los pagos. "No tuvimos atrasos, no hubo despidos ni enviamos a nadie al seguro de paro, pero eso no quiere decir que no se complique en el futuro. Es un tema que nos preocupa porque cada vez se nos hace más dificultoso poder conseguir el dinero porque cada vez hay menos partidos", indicó Baldrich.

"Ahora hay algunos retrasos en los pagos de la AUF que son entendibles ya que se le retuvieron los millones que pagó Full Play por las Eliminatorias y eso la afecta y por consiguiente, también a nosotros en CAFO".

"Estuvimos achicando costos y gastos superfluos para mitigar el posible déficit económico, pero tenemos gastos importantísimos como UTE y OSE", sostuvo Baldrich.

A su vez, también comparó lo que sucede en algunos países de América con los estadios oficiales o municipales. "En Chile o Perú, por citar dos casos, los gastos de esos estadios los paga el Estado. En 87 años de vida que tiene CAFO, nunca el Estado puso dinero".

Si bien CAFO abrió el espectro para poder tener espectáculos musicales que aporten buenas recaudaciones, no les resultó muy sencillo.

"En la coyuntura económica regional, Argentina y Brasil están complicados por la recesión, entonces antes venían grupos musicales importantes que luego llegaban a Uruguay debido a que primero pasaban por allí. Ahora es más difícil", aseguró el presidente del organismo.

En 2016 hubo solo cinco espectáculos en el Centenario: en febrero los Rolling Stones, en marzo Maná y el homenaje a los 80 años de Alfredo Zitarrosa, en abril Marc Anthony y en noviembre (solo para la tribuna América) actuó el comediante Gustaf.

En otro orden, CAFO planteó a la IMM una renovación del convenio por el terreno del estadio de 30 años que venció en 2014 y que aún no aprobó la Junta Departamental.

Baldrich opinó: "Con eso quedarían muy clarificadas las deudas que se generan y entre la IMM y la AUF se comprometerían a que no hubiera atrasos para que la relación entre las tres partes sea lo más normal posible".

Lo que está claro es que de seguir así, el futuro del Estadio Centenario como escenario deportivo está cada vez más comprometido.

ALONSO: "LA AUF VA A TENER QUE SEGUIR SOSTENIENDO A CAFO"

"Hay que ver si ese monto es racional porque antes se jugaban muchos más partidos por ese dinero", indicó Alonso. Y agregó: "La AUF va a tener que seguir sosteniendo a CAFO".

También informó que "por vía estatutaria, si hay un déficit en el balance de CAFO, la AUF se hace cargo".

Alonso agregó: "Fuimos muy considerados con CAFO para tratar de que no faltara dinero. Nunca llegamos a cubrir los montos que puso en su momento Figueredo cuando se jugaban muchísimos más encuentros que ahora". Y añadió: "A fin de año, la AUF le pagó a CAFO US$ 50 mil".

"La falta de ingresos en CAFO me preocupa desde que estaba en la Mesa Ejecutiva. Siempre privilegié que los espectáculos fueran para CAFO, salvo si competían con partidos de la selección. Esta tendencia de que se iban a jugar cada vez menos partidos ya se observaba en 2005. Los grandes no llevan la misma gente, sus socios no pagan, fidelizan el estadio propio y ese socio prefiere pagar la cuota social que el dinero que le cobran los equipos que llevan a los grandes al Centenario", dijo el neutral.

Se venden un promedio de 7.500 u 8.000 entradas por partido de los grandes y eso les quita estímulo a los clubes para fijar el Centenario ante ellos.

Según su perspectiva, "el Parque Central y el Velódromo ya compiten en cuanto a espectáculos, ya son amenazas y el estadio se queda en los precios. Después también estará el ANTEL Arena, por lo que se necesita cambiar el paradigma".

También sostuvo que "se debe determinar si el Centenario será solamente una cancha o se apostará a un centro de espectáculos más moderno, con otras prestaciones, con oficinas, con la sede de la propia AUF que en un futuro quizás se pueda mudar hacia allí".

Alonso no está de acuerdo con que el Estado aporte dinero para el Centenario. "Si hay recursos para desarrollar el turismo u otras ideas, está bien. Pero cargar a los contribuyentes para bancar al Centenario no me parece correcto".

A su vez, informó que las 12 columnas que se instalaron ahora en el Centenario para las cámaras de reconocimiento facial las abona la AUF, ya que las obras nuevas corren por su cuenta, en tanto que las refacciones de mantenimiento las paga CAFO.


COPAS LIBERTADORES Y SUDAMERICANAWanderers-Junior Franzini

DIFERENCIAS ENTRE 2015 Y 2016DURANTE 20162 partidos de 9 de los chicos solamente se jugaron por copas internacionales en el Centenario

LAS CIFRAS

40.000.000

de pesos por año es el presupuesto que tiene CAFO, lo que supera un poco los US$ 100 mil por mes.

180.000

dólares por mes es lo que había estipulado Eugenio Figueredo que la AUF le pagara anualmente a CAFO luego de que se le cediera la estática a Tenfield.

90.000

pesos es el mínimo que cuesta el alquiler del Estadio Centenario a los clubes si habilitan las cuatro tribunas. En CAFO reciben 6% de la recaudación bruta.

6

por ciento de la recaudación bruta de cada partido que se juega en el Estadio Centenario es lo que gana CAFO según está acordado.

47,2

por ciento es lo que descendió la cantidad de partidos que se jugaron en el Estadio Centenario entre 2015 y el año pasado. La baja más grande de los últimos tiempos.

34

personas trabajan actualmente en CAFO. Pero no exclusivamente con el tema de la cancha del Estadio Centenario, ya que hay otras cosas que atender.

5

espectáculos son los que se llevaron a cabo el año pasado en el Estadio Centenario fuera del fútbol: Rolling Stones, Maná, homenaje a Zitarrosa, Marc Anthony y Gustaf.