Peñarol no deslumbra, no liquida a sus rivales, a veces, ni siquiera transmite y contagia con lo que hace en la cancha.
De todas maneras, se mantiene allí arriba en la tabla, expectante ante cualquier resbalón de algún rival.
Además, como se informó, por primera vez desde que Pablo Bengoechea se hizo cargo del equipo el pasado 5 de enero, logró enrabar una racha de tres victorias consecutivas cuando venció el sábado a Racing por 3-1.
Los triunfos siempre son importantes porque le cambian el talante a los integrantes del plantel, la semana se vive de otra manera en la concentración.
Como dijo Bengoechea el martes pasado en la primera conferencia de prensa previa a enfrentarse a los de Sayago: "Cuando se gana, somos todos rubios y de ojos azules".
Esa es su apreciación y es muy respetable. Lo cierto es que el sábado Peñarol volvió a defeccionar en su juego luego de un alto en ese aspecto tras golear bien a Sud América el domingo 13 pasado.
De todas maneras, se llevó tres puntos trascedentes ante un rival que últimamente lo había complicado muchísimo.
Igualmente, Pablo Bengoechea admitió sin ambajes que su equipo no había jugado bien colectivamente y ponderó lo que fue el trabajo defensivo.
Encontró el equipoMás allá de rendimientos puntuales, de lo que fueron las individualidades en general –que fueron responsables absolutas en el triunfo ante Racing cuando el equipo no apareció–, todo indica que con el correr de los partidos, Bengoechea encontró el equipo.Fue la primera vez que pudo repetir la oncena en seis fechas, lo que no es un tema menor.
Pero en las conclusiones que seguramente ha sacado el entrenador carbonero en su computadora o libreta de apuntes, es que los 11 futbolistas quienes ingresasron como titulares ante Sud América y luego contra Racing, son el equipo que estaba buscando.
Porque comenzando de atrás hacia adelante, si bien Matías Aguirregaray y Diogo Silvestre, los dos laterales, han sido muy irregulares en lo que va del campeonato, está claro que no tienen suplentes quienes les puedan poner en riesgo su puesto.
En tanto, los dos zagueros centrales, Carlos Valdez y Emilio Mac Eachen, alternan buenas con malas, pero también son inamovibles. Mucho más ahora que no está Gonzalo Viera quien ya es futbolista de Al Rayyan de Catar.
En la zona del mediocampo sucede algo similar. El triplete de Sebastián Píriz, Luis Aguiar y ni que hablar, Nahitan Nandez, son números puestos.
El primero se sigue equivocando cuando quita la pelota y la entrega, pero tiene un gran ida y vuelta que sustituye sus errores.
Los otros dos son totalmente inamovibles no solo por lo que dan, sino por lo que entiende el técnico que debe ser el juego del equipo. Aguiar aparece casi siempre y es quien mejor se entiende con Diego Forlán, el despegado en este rubro, mientras que el juvenil atraviesa por un notable momento que lo ha llevado a ser llamado por Óscar Tabárez para la selección nacional.
Además de Forlán –quien como se explicó, está por encima de todos– arriba Marcelo Zalayeta y Diego Ifrán cumplen con lo pedido por el DT. Si bien el primero ha sido cambiado en las últimas tres presentaciones, para Bengoechea es el dueño del puesto.
Con el paso de los partidos, el técnico ha ido encontrando su equipo. Y seguramente, de no mediar alguna lesión, lo volverá a colocar la fecha que viene ante River Plate.Inicio de sesión
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