Bélgica pasó de revelación a ser firme candidato

En los Juegos Olímpicos de 1920, que se llevaron a cabo en Amberes, Bélgica fue local y se llevó la medalla de oro en fútbol. Fue justo antes de que Uruguay –que no participó– lograra sus dos oros olímpicos de 1924 y 1928.

Bélgica, país que en el pasado siglo fue famoso, entre otros por los historietistas Peyo, –quien dio vida a Los Pitufos– y Hergé, el padre de Tintín, se caracterizó siempre por ser un país muy futbolero, más allá de que su liga no es fuerte.

En 1930, fue uno de los pocos seleccionados europeos que aceptó la invitación de Uruguay para jugar el Mundial, junto con Rumania e inauguró la historia de las Copas del Mundo ante Estados Unidos en el Parque Central el 13 de julio, al mismo tiempo que en la cancha de los Pocitos de Peñarol, jugaban Francia-México.

Pero todos recuerdan al combinado que comenzó en 1982 con un equipo de ensueño que dirigía Guy Thys. En 1981, la revista argentina El Gráfico le hizo una nota porque en aquel entonces el que abría los Mundiales era el vigente campeón (era Argentina) y enfrentaba a los desconocidos belgas. El entrenador le firmó al periodista una servilleta con lo que para él, sería el resultado de ese primer partido del Mundial de España 82: “Argentina 2-Bélgica 0”, escribió.

Pero no sucedió eso. En ese partido en el que a Maradona no le salió nada, aparecieron futbolistas flamencos que nadie conocía y que jugaban solo en su liga: Jean-Marie Pfaff, Eric Gerets, Frank Vercauteren, Jan Ceulemans y Erwin Vandenbergh, solo por citar a algunos. Y ganó Bélgica 1-0.

Luego quedaría por el camino en segunda fase, pero ya había avisado. Tanto, que en México 86 fue una maquinita de fútbol que solo pudo ser parada por Argentina y Maradona en semifinales.

En Italia 90, Marc Wilmots estaba en el plantel pero no entró ante Uruguay el día que Leo Clijsters, padre de la extenista número 1 Kim Clijsters hiciera el primer gol para el 3-1 ante los celestes del Maestro Tabárez.

Hoy Wilmots, luego de un pasaje por la política como senador, es el actual entrenador de una selección que promete revolucionar el próximo Mundial de Brasil.

Bélgica es una tierra de grandes arqueros. En dos Mundiales fueron elegidos Jean-Marie Pfaff (1986) y Michel Preud’homme (1994) como los mejores. Hoy tiene a Thibaut Courtois –compañero de Diego Godín, José María Giménez y Cristian Rodríguez en Atlético de Madrid– y, por las dudas, como suplente a Simon Mignolet, el espectacular golero de Liverpool de Inglaterra, compañero de Luis Suárez y Sebastián Coates.

Pero eso es solo una muestra del poderío que tiene este seleccionado.

Su capitán es el defensa Jan Vertonghen de Tottenham Hotspur, un futbolista notable por su despliegue en el ida y vuelta.

A la hora de crear, Bélgica cuenta con Fellaini, quien en el último día de fichajes en Europa, pasó sorpresivamente de Everton a Manchester United.

También se puede citar al media punta de Chelsea, Eden Hazard, otro jugador que promete un gran futuro y que en el presente ha demostrado lo que vale.

A ellos también se le agrega Moussa Dembélé, otro de Tottenham que hace estragos con la pelota. Como tantos otros de sus compañeros, es descendiente de negros. Su padre era de Malí.

El punta de Everton, Romelu Lukaku, también es de esa descendencia, ya que su padre nació en Congo. Algo similar ocurre con Christian Benteke, el delantero de Aston Villa, quien es oriundo también de Congo. Y a su vez, se puede sumar a otro jugador de ofensiva: Zakaria Bakkali, quien tiene descendencia marroquí.

¿Quién hubiera dicho que en la selección belga podría haber tantos negros, cuando en aquel notable equipo de 1986 no solo no había uno, sino que eran casi todos rubios?

Por si faltaran nombres se pueden sumar los zagueros centrales Vincent Kompany –el verdadero capitán quien ahora está lesionado– de Manchester City y Thomas Vermaelen de Arsenal. Y en los últimos días, apareció un muchachito de 18 años, Adnan Januzaj, quien no está jugando con la mayor, pero debutó como titular en Manchester United y el fin de semana pasado hizo los dos goles para el triunfo de su equipo.

Para ver la versatilidad que existe en algunos jugadores, Januzaj nació en Bélgica, su padre es de Albania, su madre de Kosovo, tiene un abuelo turco y una abuela serbia.

Este seleccionado promete y mucho para Brasil. Hoy, Bélgica está en el puesto 6 del ranking FIFA, uno por encima de Uruguay y clasificó el viernes al Mundial. Hace tres años estaba en el lugar 68.

Faltó a Alemania 2006 y a Sudáfrica 2010, pero ahora se prepara con todo, además de ya haber quedado confirmado que será cabeza de serie.

El promedio de edad es bajísimo, apenas supera los 23 años y en el último partido por Eliminatorias, todos menos Hazard, superan los 1,85 metros.

De seguir así, Bélgica ya se vistió de candidato.

LAS FIGURAS BELGAS