Barcelona desesperado: perdió otra vez y lo alcanzó Atlético

Barcelona cedió su cuarta derrota en los últimos cinco partidos, cayendo ayer 2-1 contra Valencia, que lo derrotó en el Camp Nou y dejó el campeonato más reñido que nunca.

Los de Luis Enrique siguen líderes, pero por diferencia de goles. A cinco fechas para la conclusión del campeonato, Barça tiene los mismos puntos que Atlético de Madrid y uno más que Real Madrid, en un final de temporada en el que aparecieron todos los fantasmas en los azulgrana.

Jugó para ganar, lo mereció por número de ocasiones y acoso, pero perdió. Valencia le pegó a Barcelona como antes lo habían hecho Atlético de Madrid, Real Madrid y Real Sociedad. A este altura no puede creer todo lo que le pasó en este último mes. Da igual jugar bien, regular o no tan bien, porque ahora el resultado casi siempre es el mismo: una derrota.

Especialmente al término del primer tiempo, los méritos futbolísticos de los de Luis Enrique eran incuestionables. Dominaron el juego y tuvieron ocasiones para sentenciar el partido, pero los azulgrana perdían por 0-2, después de un gol de Siqueira que rebotó en Ivan Rakitic y despistó a Claudio Bravo y de un tanto en la hora de Santi Mina.

La racha inmaculada de 39 partidos se vino abajo sin explicación, algo digno de psicoanalista. La tripleta (Lionel Messi-Luis Suárez-Neymar) de los cientoypico de goles se olvidó de marcar, la defensa es un flan y el golero, da igual quien juegue, no está tan lúcido como antes.

Puso Luis Enrique a Sergi Roberto por Dani Alves. El brasileño pagó su exceso en la red social Instagram y se quedó en el banco.

Valencia jugó con los nervios de Barça. Sin nada que perder y con la lección bien aprendida se encontró con dos tantos y se encomendó a Diego Alves, su golero, que fue el mejor de su equipo.

Por el camino los azulgranas desperdiciaron muchas oportunidades. Los nervios se apoderaron de los barcelonistas.

De esa manera llegó el 1-2, el tanto 500 de Leo Messi que aprovechó una buena jugada colectiva resuelta con una gran asistencia de Jordi Alba.

De esta manera, Barça había acabado con una racha de 249 minutos sin anotar un gol. Con 27 minutos para el final del partido, todo era posible. Vivían los azulgrana al filo y con extraordinarias coberturas de su pareja de centrales (Piqué y Mascherano) que le dieron múltiples bolas extras para que su equipo volviera a volcarse sobre la meta de Alves en un intento infinito.

Después del gol de Messi, los blaugrana tuvieron tres ocasiones claras para al menos empatar el partido, pero ni Neymar ni Rakitic ni Piqué estuvieron acertados.